El cura que hace vibrar las pistas: Padre Guilherme Peixoto vuelve a revolucionar la noche con fe y beats

20251124

El sacerdote portugués Guilherme Peixoto, más conocido como el “padre DJ”, volvió a colocarse en el centro de la escena global después de una nueva sesión que se viralizó en cuestión de horas.

Con sotana o sin ella, el religioso subió a la cabina y mezcló ritmos electrónicos potentes con mensajes de esperanza, demostrando una vez más que la frontera entre lo sagrado y lo profano puede ser tan difusa como un buen fade.

Lejos de ser un fenómeno pasajero, Peixoto ha construido una identidad única que combina la celebración eucarística matutina con las luces estroboscópicas de la medianoche. Su último set incluyó una sorpresa que emocionó a miles: incorporó, en medio de un drop contundente, la voz del papa Francisco pronunciando su histórico “¿Quién soy yo para juzgar?” de 2013, generando aplausos y lágrimas entre un público que no esperaba encontrar al Sumo Pontífice en plena pista de baile.

El objetivo del sacerdote es directo y sin rodeos: llegar a los jóvenes que ya no pisan las iglesias pero sí los festivales. “La fe no necesita estar encerrada entre cuatro paredes ni hablar en latín para ser auténtica”, repite Peixoto en cada entrevista. Su música busca ser puente, no barrera, y demuestra que rezar y bailar pueden compartir el mismo latido.

Con millones de reproducciones en plataformas digitales y una agenda que lo lleva de parroquias a los escenarios más importantes de Europa, el padre Guilherme se ha convertido en un referente de la renovación católica del siglo XXI. Su fórmula es simple pero poderosa: beats que mueven el cuerpo y palabras que tocan el alma.

Mientras algunos sectores tradicionales aún fruncen el ceño, la juventud responde con euforia y llenos totales. El mensaje es claro: Dios también habla en 128 pulsos por minuto, y el padre Peixoto está dispuesto a ser su DJ favorito hasta que el último corazón de la pista decida volver a creer.