La nueva configuración estudiantil en la UBA: Triunfos del reformismo y el kirchnerismo

Las recientes elecciones en la Universidad de Buenos Aires (UBA) han reconfigurado el mapa político estudiantil. La alianza del Frente Reformista, compuesta por radicales, socialistas, peronistas no kirchneristas e independientes, logró arrebatarle a la izquierda la mayoría en distintas facultades, destacándose el control en Farmacia y Bioquímica. Mientras tanto, el kirchnerismo se consolidó como la segunda fuerza más importante al obtener victorias en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) y en tres centros de estudiantes, reflejando un aumento en su representatividad.

Los resultados electorales han sido un claro indicativo del descontento estudiantil hacia las políticas del gobierno de Javier Milei, especialmente en el ámbito del financiamiento universitario, actualmente en debate en el Congreso. La amplia participación de estudiantes en la votación, donde más de 160.000 alumnos acudieron a las urnas, confirma un entorno de movilización que sigue el tono de la masiva marcha de abril en la Plaza de Mayo. Este contexto resalta el fortalecimiento de la oposición en la UBA, destacándose que la alianza reformista mantendrá la mayoría en ocho de las trece facultades de la institución.

Dentro de los logros del Frente Reformista, resalta el triunfo en Ciencias Económicas, donde la lista Nuevo Espacio cosechó un impresionante 71,2% de los votos. Este éxito no se limita a esta facultad; también se repitió en Medicina, Derecho y Psicología, donde los candidatos reformistas superaron ampliamente a sus competidores kirchneristas. El triunfo más significativo para esta alianza fue la conquista en Farmacia y Bioquímica, una facultad que el Partido Obrero había dominado durante 15 años, cediendo su control a una coalición que alcanzó un 73% de apoyo.

Por el contrario, el kirchnerismo celebró victorias importantes en Arquitectura, Filosofía y Letras, Ciencias Exactas y Ciencias Sociales. La lista 15, que reúne a La Cámpora y La Mella, no solo superó a la lista peronista UES, sino que también aseguró posiciones de liderazgo en múltiples facultades. Este ascenso refleja un cambio en la dinámica electoral, donde las agrupaciones alineadas con el kirchnerismo empiezan a ganar terreno frente a la histórica hegemonía de la izquierda.

Finalmente, el clima electoral estuvo marcado por tensiones y acusaciones de irregularidades, especialmente por parte de la lista libertaria Somos Libres, que minimizó su desempeño en Ingeniería. Mientras la izquierda lamenta su pérdida de terreno y el resultado de las elecciones simultáneas, la nueva composición del movimiento estudiantil de la UBA plantea desafíos y oportunidades para los próximos años, señalando un cambio en las prioridades políticas de los estudiantes en un contexto nacional agitado.