Mujica, sobre Milei y Trump: “Se llaman liberales y de liberales no tienen ni un moco”

El expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica cuestionó duramente la apropiación del término “liberalismo” por parte de gobiernos de derecha en el mundo.

En una entrevista concedida a Ámbito, el exmandatario afirmó que estos grupos “se llaman liberales, pero de liberales no tienen ni un moco”. Mujica, quien enfrenta una difícil batalla contra el cáncer, reflexionó sobre el avance de la derecha en el escenario global y regional, destacando figuras como Donald Trump y Javier Milei.

Mujica distinguió entre el conservadurismo tradicional y lo que describió como una corriente “ultra” que cuestiona las bases de la sociedad abierta y la democracia. Según el exmandatario, esta nueva derecha no solo promueve un pensamiento conservador, sino que ataca los principios fundamentales de la convivencia democrática, como la diversidad de ideas y las garantías jurídicas. “El liberalismo no se reduce a una fórmula económica; fue lo que abrió las puertas a la democracia”, explicó.

El expresidente uruguayo criticó especialmente la reducción del liberalismo a una mera desregulación de los mercados. Para Mujica, esta interpretación distorsiona el verdadero significado histórico de la ideología liberal, que surgió como una revolución contra el dogmatismo y las monarquías absolutas. “Lo que están haciendo ahora es pisotear la historia ideológica del liberalismo”, afirmó, enfatizando que el liberalismo genuino defiende la tolerancia y la diversidad.

Además de su análisis político, Mujica dirigió un mensaje a los jóvenes, instándolos a cultivar la esperanza y comprometerse con la realidad. “Les digo que vale la pena ser bueno, aunque te tomen por gil”, expresó. El exmandatario subrayó la importancia de contribuir a la felicidad de los demás y de luchar por una sociedad más justa, asegurando que el reconocimiento llega a quienes se comprometen con su comunidad.

Finalmente, Mujica abordó los discursos culturales promovidos por gobiernos de derecha, particularmente aquellos que atacan la diversidad sexual. Reiteró que el liberalismo auténtico se opone al autoritarismo y defiende la libertad de pensamiento. “Para discrepar precisas libertad; para estar de acuerdo con el que manda, no”, concluyó, reafirmando su compromiso con los valores democráticos y la tolerancia.