Argentina pierde el 42% de sus glaciares en tres décadas por calentamiento global y minería

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Un informe presentado en el 28° Congreso Nacional del Agua en Mar del Plata reveló que los glaciares andinos de Argentina, que cubren actualmente 5.800 kilómetros cuadrados, han perdido el 42% de su superficie en los últimos 30 años.

Este alarmante retroceso, que se ha acelerado en la última década, es atribuido al calentamiento global y al impacto de la actividad minera, según el Inventario Nacional de Glaciares. Estas masas de hielo, distribuidas a lo largo de 3.500 kilómetros en la Cordillera de los Andes y en 12 provincias, son la principal reserva de agua dulce del país, esencial para actividades como la agricultura y el turismo.

Los glaciares, que aportan agua de deshielo a 39 cuencas hídricas, son vitales para mitigar los efectos de las sequías y sostener la economía en regiones áridas. El Instituto Nacional de Glaciares (ING) los estudia y clasifica en cinco regiones: Andes Desérticos (Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, La Rioja y norte de San Juan), Andes Centrales (sur de San Juan, Mendoza y norte de Neuquén), Andes del Norte de Patagonia (Neuquén, Río Negro y Chubut), Andes del Sur de Patagonia (Santa Cruz) y Andes de Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur. Laura Zalazar, coordinadora del Inventario, destacó que los 16.968 glaciares identificados han perdido 8.484 kilómetros cuadrados, agravando la crisis hídrica en el país.

La situación es tan crítica que la UNESCO declaró 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares, calificándola como “catastrófica”. Koen Verbist, especialista de la UNESCO, subrayó que el 70% del agua dulce global está en los glaciares y anunció el Decenio de Acción para las Ciencias Criosféricas (2025-2034) para impulsar investigaciones y políticas de conservación. Argentina, pionera con su Ley de Glaciares, es vista como un modelo, aunque enfrenta desafíos por el avance de la minería y el negacionismo del cambio climático, según Leandro Gómez, de la Fundación de Ambiente y Recursos Naturales.

Rodolfo Iturraspe, experto de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, advirtió que el retroceso glaciar en Argentina sigue el patrón de América Latina, donde países como México, Perú y Bolivia han perdido hasta el 60% de sus glaciares desde 1962. En Argentina, el Ventisquero Negro en el Cerro Tronador es un ejemplo claro: su deshielo formó un nuevo lago entre 1990 y 2021. Este fenómeno afecta a 36 cuencas hídricas, que abarcan un millón de kilómetros cuadrados y sostienen a 7 millones de personas en 1.800 localidades.

La presión de la minería, a pesar de estar prohibida en zonas glaciares, sigue siendo una amenaza. Gómez señaló que el sector busca explorar estas áreas, mientras que propuestas para reformar la Ley de Glaciares vía decretos podrían debilitar su protección. La combinación de estas actividades con el calentamiento global acelera la desaparición de los glaciares, comprometiendo el suministro de agua y el equilibrio ambiental. Las autoridades y la comunidad científica instan a fortalecer el monitoreo y las políticas de conservación para enfrentar esta crisis sin precedentes.