Aumento histórico de la pobreza en Argentina durante 2024
En el primer semestre de 2024, Argentina experimentó un incremento significativo en los niveles de pobreza e indigencia, alcanzando cifras no vistas en los últimos 20 años.
Esta situación se produjo tras una devaluación del 54% del peso, lo que disparó los indicadores de pobreza. Aunque se espera una desaceleración en el segundo semestre, los niveles podrían mantenerse por encima del 45% hacia finales de año.
El Observatorio de la Deuda Social de la UCA reportó que la pobreza aumentó del 44,7% al 49,9% durante el tercer trimestre de 2024, mientras que la indigencia subió del 11,9% al 12,9%. Estos indicadores, aunque muestran una ligera baja respecto al trimestre anterior, siguen siendo alarmantes. Agustín Salvia, director del Observatorio, señaló que esta disminución es en parte un efecto estadístico, ya que no necesariamente refleja una mejora en la capacidad de las familias para acceder a todos los elementos de la canasta básica.
La gestión de Javier Milei se ha caracterizado por intentar estabilizar la economía mediante devaluaciones y recortes en el gasto público, lo cual ha generado un aumento del desempleo y una caída en los ingresos reales. Un informe del Centro RA de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA destaca que estas medidas han profundizado la recesión en sectores clave y reducido el consumo.
Las proyecciones para 2025 indican que, si bien se espera una desaceleración en el aumento de la pobreza e indigencia, estos niveles podrían mantenerse elevados, sobrepasando el 30%-35% incluso en un escenario de crecimiento económico moderado y baja inflación. Leopoldo Tornarolli, del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales de la UNLP, enfatizó que la evolución de la pobreza estará estrechamente ligada a la estabilidad económica y la inflación.
Un informe del Banco Mundial también resaltó que la dinámica macroeconómica en Argentina ha obstaculizado la capacidad de los hogares para mejorar sus ingresos de manera sostenible. La inflación, la informalidad laboral, la desigualdad generacional y regional, y el impacto del cambio climático son factores que continúan afectando negativamente a la población, exacerbando la pobreza y limitando la movilidad social.