Cierra el Aquarium de Mar del Plata: Un ícono que despide su historia

El 31 de marzo será el último día en que se podrá visitar el Aquarium de Mar del Plata, inaugurado en 1993.
Con profunda tristeza y nostalgia, la noticia del cierre definitivo del complejo ha impactado tanto a sus trabajadores como a los visitantes que han disfrutado de sus instalaciones a lo largo de más de tres décadas.
El Grupo Dolphin, propietario del Aquarium desde 2018, anunció el cierre a través de un comunicado en redes sociales, a pocos meses de celebrar el 32º aniversario de su inauguración. Cada rincón del Aquarium ha sido testigo de sonrisas y aprendizajes, dejando una huella imborrable en los corazones de quienes trabajaron y disfrutaron de este espacio.
Alejandro Saubidet, Director Científico del Aquarium, quien ha estado vinculado a la institución desde 1993 hasta 2001 y regresó en 2006, explicó que el predio pertenece a la familia Peralta Ramos, quienes han decidido darle otro destino. Saubidet expresó su pesar por el cese del centro de rehabilitación de fauna marina, reconocido a nivel nacional e internacional, y resaltó que este nunca recibió subsidios, manteniéndose gracias a las entradas de los visitantes.
Los proyectos de investigación que se desarrollaban tanto de manera independiente como en colaboración con la UNMDP y el Conicet también se verán interrumpidos. Saubidet destacó la importancia de estos proyectos y lamentó su fin.
En cuanto a los animales del Aquarium, Saubidet aseguró que serán trasladados a oceanarios y bioparques nacionales e internacionales con altos estándares de bienestar animal. Esta medida busca garantizar su seguridad y cuidado, aunque la separación de los cuidadores y los animales será un proceso muy duro.
El comunicado oficial del Aquarium expresó el profundo pesar por el cierre definitivo, destacando su rol fundamental en la educación, investigación y rehabilitación de la fauna marina. Con el fin del contrato de arrendamiento de 30 años en 2022, el parque ubicado junto al Faro de Punta Mogotes se vio obligado a cerrar sus puertas, dejando un vacío en el turismo y la recreación de la ciudad.