Córdoba: Descubren una nueva especie de parásito

20220510-23

Investigadores argentinos registraron un parásito nunca antes visto en el mundo. Se trata de una especie de nematodo que fue hallada en Sierras de Córdoba, en la región centro del país. Ahora evalúan qué riesgo podría representar para los cultivos.

Existen más de 30.000 especies de nemátodos registradas en el mundo, aunque se estima que podría haber más de un millón de especies de los también llamados gusanos redondos.

La nueva especie fue bautizada Punctodera achalensis, nombre que refiere a la región donde fue hallada, Pampa de Achala, en el centro de Sierras de Córdoba, en el centro de Argentina.

Quien descubrió al nematodo fue la investigadora Paola Lax, del Instituto de Diversidad y Ecología Animal (UNC-Conicet) y del Centro de Zoología Aplicada de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba.

Algunos nematodos pueden verse a simple vista mientras que otros son microscópicos. Algunos son parásitos de hombres, animales, insectos y plantas, como es el caso de esta nueva especie que parasita vegetales. De acuerdo con lo observado en la investigación, la Punctodera achalensis tiene similitudes con las otras cinco especies conocidas del género Punctodera.

Los nematodos que parasitan las plantas invaden por lo general las raíces, que pierden la capacidad de absorber agua y nutrientes. Esto ocasiona graves daños y hasta la muerte de las plantas.

La Punctodera achalensis invade las raíces de una gramínea (planta herbácea) endémica de la zona donde fue hallada. Mediante una suerte de “estilete” o púa que tienen en la cabeza, se alimentan de las células de las raíces, explicó Lax. El estilete de esta especie está bien desarrollado y su esófago ocupa aproximadamente el 39% de la longitud del cuerpo del nematodo.

Las hembras de esta especie crecen a medida que comen el contenido celular de las plantas. Maduran y forman un quiste en cuyo interior alberga entre 200 y 300 huevos. Al morir la hembra el quiste se desprende de la raíz, y queda en el suelo. Cuando las condiciones sean favorables, de cada huevo nacerá un nuevo espécimen que podrá parasitar más raíces.

“Una de las características es que, al ser estructuras de supervivencia, los quistes con huevos pueden permanecer varios años en el terreno, hasta que las condiciones ambientales sean propicias para que nazcan nuevas larvas y estén listas para invadir una nueva planta”, advirtió Lax a Sputnik.

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