El famoso River: goleada a Colo Colo y a octavos como primero
El equipo de Gallardo y un concierto de fútbol: jugó el mejor partido del año, le metió cuatro a los chilenos y espera tranquilo el sorteo.
Necesitaba un partido así River para confirmar algo que de todas maneras ya se sabía: que el equipo está ahí, en estado de latencia por momentos, pero que está. Que ese River arrollador que desfiló en la última Liga y que fue el sello distintivo de todo un ciclo sigue siendo posible. Que este es, sin lugar a dudas, el famoso River. El famoso River Plate de Marcelo Gallardo.
En la noche del Monumental volvió a mostrar credenciales contra un rival que era durísimo: el CARP fue el que con el correr de los minutos transformó al Colo Colo en una caricatura de sí mismo.
Un cóctel, el de River, similar al de fines de 2021: un primer tiempo en el que desgastó a un rival que con el correr del juego fue marchitándose naturalmente. Y ahí es cuando una aplanadora directamente pasó por arriba (¡28 tiros!) al actual puntero del torneo chileno. Con presión alta y abrumadora primero, con transiciones rapidísimas después, con un 11 que, al fin, se vio compacto, desglosado en pocos metros, con una usina de fútbol en la mitad de la cancha entre un De la Cruz que parece empezar a despedirse a lo grande de este club, con un Enzo Fernández que habrá enamorado a los emisarios del Benfica y a los scouters de incógnito que lo ven todos los partidos en el Liberti, y con un Palavecino que después de un arranque de año no menos irregular que el del equipo mostró su mejor versión para empezar a ganarse un lugar que hasta anoche aparecía vacante.
Centurión sacó un palco VIP casi todo el juego hasta que demostró por qué Gallardo no considera necesario traer un arquero experimentado para cuidarle las espaldas a Armani: fue otra de las tantas victorias de River este jueves a la noche. Como la de un Mammana que le aportó equilibrio y técnica al lateral derecho: su levantada será más que necesaria para lo que viene en un puesto en el que Herrera todavía no se veía del todo adaptado.
¿Otro triunfo? El de un Barco que volvió a ser electricidad y sacrificio arriba con gol incluido. También el de un David Martínez que se sacó la mufa no sólo por el gol que hizo sino porque no sufrió atrás y el de un Paulo Díaz al que no le pesó la cinta de capitán. Faltó, apenas, el gol de Julián Álvarez, que aún sin picar teje y mucho, otra vez.
Fue demasiado para un Colo Colo que ahora tendrá que jugarse la piel en una final contra Fortaleza para definir el segundo lugar de un grupo que ya ganó River, otra vez en octavos de final, por octava vez consecutiva. Un River que necesitará hilar una serie de partidos así para ser confiable: un paso atrás representará seguir en la irregularidad que marcó el pulso de este semestre.
Nota con información de Olé