El Gobierno echó al fotógrafo que permitió identificar al agresor de Pablo Grillo
El Gobierno de Javier Milei desvinculó a Kaloian Santos Cabrera, fotógrafo de la Secretaría de Cultura desde 2012, días después de que sus imágenes documentaran la violenta represión policial contra manifestantes jubilados.
La decisión, calificada como una “reducción de personal personalizada” por el trabajador, fue comunicada el 31 de marzo por la directora de Comunicación, María José Pérez Insúa, quien admitió que la orden provino “de más arriba”.
Santos Cabrera, reconocido profesional cuyo trabajo fue valorado en distintas gestiones, reveló que su contrato sufrió modificaciones sospechosas: “En enero solo me renovaron por tres meses en lugar de un año, pese a haber aprobado el examen de idoneidad. Luego me aseguraron que era un error y que en abril se regularizaría, pero terminaron despidiéndome”. Fuentes internas sugirieron que su nombre fue seleccionado directamente desde el área de Capital Humano.
El despacio coincide con el impacto de sus fotografías que mostraron el accionar policial contra jubilados, incluyendo el caso de Pablo Grillo, quien resultó gravemente herido. Las imágenes fueron clave para reconstruir los hechos y cuestionar el procedimiento de las fuerzas federales durante las protestas de marzo.
Además de su labor estatal, Santos Cabrera trabaja como fotoperiodista independiente, cubriendo manifestaciones sociales. “Sabía que esto podía pasar con este gobierno. No me arrepiento: mi trabajo siempre fue impecable y estoy orgulloso de mostrar la realidad”, declaró al medio El Destape, donde también colabora.
El caso expone un patrón de persecución a trabajadores públicos cuyas labores documentan violaciones a derechos humanos. Organizaciones de prensa y derechos humanos han alertado sobre una “purga selectiva” en el Estado, mientras el fotógrafo evalúa acciones legales por lo que considera un despido político disfrazado de ajuste administrativo.
