El incremento del nivel del mar pone en riesgo a ciudades entrerrianas: Entre ellas Diamante

El cambio climático continúa mostrando sus efectos en distintas regiones del mundo, y Entre Ríos no es la excepción.
Según investigaciones recientes, el aumento del nivel del mar podría afectar gravemente a varias localidades de la provincia, especialmente aquellas ubicadas en zonas bajas y cercanas a ríos. Entre las más vulnerables se encuentran Diamante, Victoria, Concepción del Uruguay, Gualeguay y Gualeguaychú, que podrían enfrentar inundaciones permanentes en las próximas décadas.
Un informe elaborado por la organización Climate Central y la Universidad Tecnológica de Nanyang (UTN) alerta sobre las consecuencias de un posible incremento de 3°C en la temperatura global. Este escenario, que podría darse en los próximos 75 años, provocaría un aumento del nivel del mar de hasta 1,9 metros debido al deshielo de los polos. Este fenómeno no solo afectaría a las costas marítimas, sino también a las áreas ribereñas de ríos importantes, como las que caracterizan a Entre Ríos.
Las ciudades mencionadas, situadas en zonas de baja altitud, son particularmente sensibles a estos cambios. Diamante y Gualeguaychú, por ejemplo, ya han experimentado inundaciones en el pasado, pero el estudio advierte que, de no tomarse medidas urgentes, estas podrían volverse permanentes. Esto no solo pondría en riesgo la infraestructura urbana, sino también la vida de miles de habitantes que podrían verse obligados a desplazarse.
Ante este panorama, los especialistas insisten en la importancia de implementar estrategias de adaptación y mitigación. La construcción de infraestructuras resilientes, como diques y sistemas de drenaje eficientes, se presenta como una de las soluciones más viables. Además, se destaca la necesidad de políticas públicas que fomenten la concientización sobre el cambio climático y promuevan la participación ciudadana en la protección del medio ambiente.
El futuro de Entre Ríos y sus comunidades depende, en gran medida, de la capacidad para enfrentar estos desafíos. La planificación a largo plazo y la inversión en medidas preventivas serán clave para proteger el territorio y garantizar la sostenibilidad de las ciudades afectadas. El tiempo de actuar es ahora, antes de que las consecuencias del cambio climático sean irreversibles.