El Peronismo en su encrucijada

En el Peronismo nos encontramos transitando momentos cruciales, más allá de los nombres. Y no es para menos, la derrota electoral no solo fue tal sino que desnudó las carencias propias de no adaptarse a las transformaciones de la sociedad actual.

El Partido Justicialista sabía de las situaciones que minaban cotidianamente al “movimiento” pero fue dejando pasar los tiempos para encausar la direccionalidad de la política partidaria, en tanto el desenlace, incluso con un triunfo, estaba marcado.

Pero en la Argentina ademàs, estamos transitando una profunda crisis de los sistemas de representación, el cual afecta a los diferentes ordenes político, económico, cultural y social entre otros.

Aquí se abren posibles interpretaciones con varias respuestas.

Me inclino a considerar que el Partido Justicialista, mas no el Peronismo, ingresó en la turbulencia de disociarse de aquel, quedando expuestos ante una sociedad que siempre estuvo, culturalmente ligada al folclore de una sociedad (símil comunidad organizada) donde las valores, llamemosle, más inclusivos obedecían al carácter movimientista que le ha dado vigencia al Partido Justicialista. Algo parecido le sucedió a la Unión Cívica Radical que sucumbió definitivamente allá por el 2001. El resto de la historia es conocida.

Sin embargo, los desafíos en el Partido Justicialista (Peronismo), más alla de los nombres propios y extraños, pasados y presentes, es asumir responsabilidades, autocrítica y sinceramientos mediante, para poder cautivar y recuperar confianzas en las generaciones por venir. Eso supone, a priori, organización, doctrina y planificación en tiempos donde las redes sociales, la inteligencia artificial como la mutación a un tipo de sociedad mas individualista, obligará – inexorablemente – a una nueva mirada que implique entender realmente la sociedad en que vivimos. Desafìos que tendremos, compañeros y compañeras, por delante.-

Las viejas prácticas no desaparecen hasta que aparecen voluntades – no nombres – tal como las fuerzas profundas de la sociedad – que marcarán los cambios por venir.

Es un desafío que deberá asumir todo el Peronismo (Partido Justicialista) sin distinciones si deseamos pensarnos como opción ante la ciudadanía. La austeridad personal y política como la construcción de abajo hacia arriba es solo el comienzo.

Veremos entonces hasta donde las convicciones se mantienen en tiempos de encrucijadas.

 

Nota de opinión de Sebastián Aguilar

Licenciado en Ciencias Políticas. Profesor universitario. Dirigente peronista. Expresidente del Bloque de Concejales de Diamante. Presidente Consejo de Unidad Básica del PJ de Diamante.