Entrenamiento con armas y metáforas densas en la política argentina
Un asesor de Milei, Santiago Caputo, ha generado controversia al ser visto entrenando con armas a solo 10 cuadras de su oficina en la Casa Rosada.
Este hecho se suma a un clima político tenso, donde los insultos y las metáforas bélicas son comunes. Caputo, conocido por su vínculo con las armas, difundió un video practicando escenas de guerra urbana en una escuela de tiro en Monserrat.
El presidente Milei ha expresado su apoyo a la tenencia de armas, afirmando que cada argentino debería poder comprar y tener armas en casa. En Argentina, hay cerca de 2 millones de armas en poder de la sociedad civil, aunque solo 800 mil están registradas oficialmente. Este año, Milei y Patricia Bullrich impulsaron un proyecto de ley para regularizar la tenencia de armas, buscando blanquear las viejas armas familiares.
El uso de un lenguaje violento y la promoción de la tenencia de armas reflejan una cultura política donde el disenso se resuelve con confrontación. Miguel Wiñazky, filósofo y periodista, señala que la ira se capitaliza políticamente, y los “ingenieros del caos” detectan y manifiestan la rabia general para obtener sintonía con la población.
Fernando Pereyra, licenciado en criminalística, advierte que la tenencia de armas por ciudadanos comunes es desaconsejable, ya que requiere un gran entrenamiento y preparación psicofísica. La falta de temperamento para manejar situaciones de estrés puede llevar a consecuencias trágicas.
La política argentina se encuentra en un momento de alta tensión, donde la violencia y la confrontación parecen ser la norma. La práctica de tiro de Caputo y las declaraciones de Milei sobre la tenencia de armas son ejemplos de cómo se construye una cultura social basada en la ira y la confrontación.