Escándalo en la Cámara de Casación Penal por denuncia de violencia de género
El presidente del Máximo Tribunal Penal del país, Mariano Borinsky, junto con representantes de las cuatro salas, decidió solicitar información sobre todas las denuncias en trámite contra el camarista Gustavo Hornos, denunciado por su expareja por violencia de género. La reunión de urgencia, convocada por “preocupación institucional”, podría derivar en una denuncia ante el Consejo de la Magistratura.
Hasta la semana pasada, la Cámara de Casación intentaba minimizar el tema, pero el juez Alfredo Godoy decidió trasladar la causa penal a Comodoro Py, sospechando que Hornos habría utilizado su cargo para amenazar a la denunciante. La denuncia inicial fue presentada ante la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema, y la jueza Paula Marinkovic dispuso medidas de protección para la víctima.
La víctima, psicóloga, describió seis hechos de violencia, incluyendo abuso sexual y amenazas con armas. La única jueza mujer en Casación, Angela Ledesma, insistió en una reunión para abordar el tema. Durante la reunión, se decidió pedir información sobre las causas judiciales en trámite contra Hornos.
Uno de los ejes del debate fue las implicancias institucionales para la Cámara de Casación. Según la resolución del juez Godoy, Hornos habría utilizado su cargo para coaccionar a la denunciante, mencionando incluso tener un ministro de la Corte como amigo. Además, se discutió el supuesto uso de servicios de inteligencia para intimidar a la víctima.
Hornos también enfrenta una recusación por parte de la defensa de Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad. La defensa argumenta que la denuncia por violencia de género y los encuentros de Hornos con el expresidente Mauricio Macri generan un “temor objetivo de falta de independencia”. La situación actual podría tener consecuencias más allá del escándalo público, reflejando cambios en la percepción y manejo de estos casos en la justicia argentina.