Gualeguaychú: Delincuentes desvalijaron una casa, dejaron dos vasos y un cucharón
Delincuentes desvalijaron una casa en el barrio Fiorotto en la localidad de Gualeguaychú. Los malvivientes ingresaron a la vivienda tras romper una ventana.
Según detalló la damnificada, Zulma Albornoz, el hecho ocurrió durante la madrugada. “Rompieron una ventana y se llevaron absolutamente todo lo que se pudieron llevar. Trabajaron con absoluta libertad”, aseveró.
En este sentido amplió que “dejaron los muebles porque creemos que no se pudieron llevar algunos, rompieron parte de la mampostería. Se llevaron, ventiladores, televisor, estufas, sábanas, toallas, garrafas, nos dejaron dos vasos, un cuchillo, un cucharón y dos tapas de ollas”. Además, robaron cosas con mucho valor sentimental: como “fuentes que mi mamá había traído del campo hace 50 años, copas que tenía del casamiento”, mencionó Albornoz a Radio Máxima.
Añadió que “estamos muy disgustados con esto, la Comisaría Octava y Criminalística se portaron de maravilla, lo aportaron al fiscal pero no tenemos novedades”.
Dijo también que “mi madre murió hace un año y tres meses, a los 90 años. Nosotros vivimos en el campo y cuando mi mamá quedó viuda vinimos a esa casa. Yo tenía siete años. Nos criamos todos ahí, fuimos a la escuela Pereda, tomamos la comunión y la confirmación en la capilla Santa Rosa y San Ramón, jugábamos con los vecinos, y hasta el día de hoy seguimos encontrándonos con nuestros compañeros de la escuela primaria. Nuestra madre, viuda con seis hijos, trabajó toda su vida hasta que se jubiló. Nos mandaron a la escuela, nos dieron educación, después cada uno tomó su camino de trabajo”.
Explicó asimismo que “la casa se ubica en Palavecino y Camilo Villagra, atrás del barrio Molinari, frente al barrio Fiorotto. Era la zona de chacras. Al final de la calle Camilo Villagra compró unos terrenos la Municipalidad, pero hicieron pocas casas y es un pastizal, es un desfile hacia ahí que parece un desfile de Giordano, con total impunidad. Yo creo que esto es una cuestión de todos, y la Policía hace lo que puede. A la calle no le caben más pozos, los ladrones ven los patrulleros y los ven de lejos y se esconden”.
“Me pregunto qué hacemos con las personas que compran las cosas robadas. Son tan delincuentes los que compran, o peor, que los que roban”, reflexionó finalmente.
