Lo dice la ciencia: ¿es mejor o peor la música de hoy?

Un reciente estudio realizado por un equipo de científicos europeos ha revelado que la complejidad de las letras musicales ha disminuido notoriamente en las últimas cuatro décadas.

La investigación, que analizó más de 12,000 canciones en inglés de géneros tan variados como el rap, el country, el pop, el R&B y el rock, mostró una tendencia hacia una mayor simplicidad y repetitividad en sus composiciones. Publicado en la reconocida revista Scientific Reports, el estudio complementa el debate en curso sobre la evolución de la música contemporánea y sus implicaciones culturales.

Eva Zangerle, la autora principal del estudio y experta en sistemas de recomendación musical de la Universidad de Innsbruck en Austria, destacó que las letras pueden actuar como un “espejo de la sociedad”, reflejando los cambios en los valores, emociones y preocupaciones culturales a lo largo del tiempo. La científica se refirió al cambio monumental en el entorno musical desde la década de 1980, influenciado en gran parte por el auge de internet y las plataformas de streaming, que han transformado radicalmente el consumo de música.

El análisis detallado de las emociones expresadas en las letras evidenció no solo una simplificación en el uso de palabras y en la estructura lírica, sino también un auge del tono airado y egocéntrico. Al profundizar en géneros específicos, los investigadores notaron que el rap se ha tornado especialmente más colérico en comparación con otros estilos, una evolución significativa considerando que esta forma de expresión musical apenas estaba emergiendo en 1980.

En el contexto de la era digital, donde la competencia por captar la atención del público es cada vez más feroz, las canciones necesitan enganchar a los oyentes desde los primeros segundos. Zangerle subraya que las incorporaciones como largas y minuciosas introducciones han perdido lugar frente a la necesidad de conexión instantánea. Esto ha llevado a que las composiciones actuales dependan más de coros pegajosos y letras básicas que se repiten, con el objetivo de que sean fácilmente recordables y, por ende, más populares en las plataformas de streaming. Esta evolución en la industria musical refleja una adaptación al consumo veloz y algorítmicamente dirigido de nuestra era.