Macri misógino: otro comentario machista y la dura respuesta de una exdiputada de su bloque
Ya fuera de la carrera electoral y encumbrado en una supuesta lucha contra su propio ego, el expresidente recordó esta semana un episodio en el que echó a una legisladora del bloque legislativo en 2005. En las redes sociales, Florencia Polimeni, a quien Macri aludió sin mencionar, salió al cruce y calificó las declaraciones como un “desdén irrespetuoso”.
Para Macri la decisión de bajarse de la carrera electoral fue una dura lucha contra el ego. Eso lo dejó en claro no sólo durante el anuncio de la noticia en redes sociales este fin de semana, sino en cada una de las notas que le hicieron los días posteriores. En este contexto, en plena faceta de armador político y gurú espiritista de la primera línea de lucha contra el ego, el expresidente recordó entrevistado por Joaquín Morales Solá una vieja anécdota, donde afirmó que tuvo que “sacar a una chica del bloque” legislativo “porque su ego no lo manejó”.
En el canal de noticias el exmandatario hizo el siguiente relato de una situación ocurrida en el 2005, “Yo había perdido la elección con Ibarra, estaba conduciendo a todos en la oposición. Y esta chica vino con su asesor. Yo le decía ‘hay que votar esta ley porque es lo que corresponde’. Y ella me dijo: ‘Yo me debo a la gente que me votó’”.
Luego, nuevamente en un bache misógino, Macri continuó: “Saqué una boleta, la puse en la mesa y le dije: ‘Aparte de tu mamá, tu papá y tu novio, ¿Quién vio tu nombre en la lista?’”.
“A esa chica la tuvimos que sacar del bloque y se acabó su carrera política porque su ego no lo manejó”, fueron las declaraciones del expresidente Mauricio Macri en una entrevista con Joaquín Morales Solá en TN.
A quién hacía referencia Macri
En su anécdota Macri hizo referencia – sin mencionarla – a la exlegisladora Florencia Polimeni, que había sido electa en el cuarto lugar de la lista que lideraba Gabriela Michetti. La legisladora fue electa cuando estaba terminando de cursar la carrera de Ciencia Política y venía de militar en la agrupación Decisión Radical.
Paradójicamente, en medio de rumores y algunos meses antes de abandonar el bloque, la legisladora sostuvo: “Obviamente tengo mis diferencias en relación a algunos temas, pero esto no quiere decir que porque uno tenga disidencias, tiene que irse de un espacio”.
“Es más, en un espacio pluralista uno concibe desde su formación que va haber diferentes opiniones. Si no, la homogeneidad es una característica del totalitarismo y no de la democracia”, agregó años atrás, cuando todavía formaba parte del bloque macrista en la Legislatura porteña.
Entre algunos de los proyectos que impulsó estuvo la Ley de Mecenazgo, la Ley de Educación Sexual y la Ley de Teatro Independientes. También tuvo un rol central en el polémico juicio político y destitución de Aníbal Ibarra en 2006. Al abrirse del espacio macrista resolvió formar un monobloque llamado Guardapolvos blancos.
En la actualidad, preside la Fundación Democracia en Red, “una organización conformada por personas activistas, programadoras y científicas sociales que creen en potenciar la inteligencia colectiva para adaptar la democracia al siglo XXI”.
La dura respuesta de Florencia Polimeni a Macri
En redes sociales, Polimeni se hizo eco de los dichos de Macri y cruzó al expresidente: “Mauricio Macri no me echó. Yo me fui, pero no creo que eso sea lo importante”.
“La historia, según recuerdo, es que después de meses de convocarme a reuniones en las que me retaba y me hacía adoctrinar por personajes varios, harto de que yo convenciera a ‘sus’ diputados y diputadas de votar cuestiones que eran inconvenientes para sus intereses, empezó a aislarme para evitar el ‘contagio’”, siguió relatando.
Además, sobre la escena que relató Macri, aportó desde su punto de vista: “Es cierto que tuvimos una reunión final. Fui a su casa en Barrio Parque para darle un cierre a la tensa situación. Le dije que no iba a retirar el proyecto de Ley de Educación Sexual que había presentado y que no me importaba de donde viniera la orden”.
El texto completo
Me dolieron las palabras de Mauricio Macri con Morales Sola. Tardé un rato en darme cuenta que ese desdén irrespetuoso podía ser para mi. El pecado que cometí y que tanto lo enojó fue decirle que no. ¿Será suficiente razón para agredirme y descalificarme?
Su memoria no es fiel pero igual no ha podido olvidar el corazón de la historia: una joven le dijo no por convicción y él tuvo que “ubicarla en su lugar”. Es sólo una anécdota menor, pero al mismo tiempo es un ejemplo potente de cómo para él y para muchos funciona el poder. Por eso lo cuenta a su manera. Pero es ahí donde su relato se rompe, porque la realidad es que yo no soy débil. Nunca lo fui. Ni me dejé llenar las orejas por mis asesores o mis novios, como cree recordar el ex presidente.
Con toda la fuerza que tengo adentro y con convicción asumí la responsabilidad de ser diputada. Quería trabajar para que las cosas mejoraran. Y para ser fiel a mis convicciones tuve que decir muchas veces no.
Mauricio Macri no me echó. Yo me fui, pero no creo que eso sea lo importante. La historia, según recuerdo, es que después de meses de convocarme a reuniones en las que me retaba y me hacía adoctrinar por personajes varios, harto de que yo convenciera a “sus” diputados y diputadas de votar cuestiones que eran inconvenientes para sus intereses, empezó a aislarme para evitar el “contagio”.
Es cierto que tuvimos una reunión final. Fui a su casa en Barrio Parque para darle un cierre a la tensa situación. Le dije que no iba a retirar el proyecto de Ley de Educación Sexual que había presentado y que no me importaba de donde viniera la orden.
Le dije que no me cerraban un montón de cosas que veía que pasaban dentro de la campaña. Le pregunté con tristeza -pero sin inocencia- si él necesitaba dinero para hacer política, si no le sobraba, si no creía que era hora de poner el cuerpo por las nuevas generaciones sin especulaciones ni cálculos ventajeros.
Me miró con cara de sorpresa y hartazgo, con un poco de enojo, pero no me respondió. Le dije que me iba. Que no iba a ir a ningún otro lado. Que iba estar los siguientes dos años de mandato sola en un bloque, honrando a mi manera el compromiso con los votantes que él creía suyos.
No dejé la política. Creo en la política como herramienta de transformación. Creo que los partidos políticos son instituciones fundamentales para representar a la ciudadanía. Nadie me convencerá de lo contrario. Y no voy a callarme. Aunque me agredan y me descalifiquen, no voy a dejar de decir que no todas las veces que haga falta porque creo que así se cuida a la Democracia.
Hoy, cuando el mundo parece derrumbarse, yo sigo luchando en las calles, en los pueblos como tantas otras y otros desconocidos. Mauricio Macri no te guardo rencor. Hasta hoy creía que vos tampoco a mi.