Obra de arte sobre ruedas, en Coronda vive su autor

El herrero de la ciudad santafesina de Coronda contó por qué lo hizo y mostró el resultado de su ingenio.

Adrián Lisardía pasea por las rutas del país y, aunque no va a gran velocidad, no pasa para nada desapercibido. Quienes lo crucen, pueden ver fácilmente el interior de su peculiar auto. El hombre viaja junto a su perro en el Fiat 600 que restauró completamente. El vehículo podría ser considerado una obra de arte, pero no es solo eso, porque su dueño también lo usa como su medio de transporte.

Adrián tiene 37 años y vive en Coronda, a 47 kilómetros de la ciudad de Santa Fe. Hace seis años, cuando residía en un pequeño pueblo de la provincia de Entre Ríos, comenzó a trabajar como herrero. “Me di cuenta que tenía una habilidad natural, porque para mí era simple hacer figuras”, comentó a TN.

Cinco años después, ya viviendo en la ciudad santafesina, el herrero hizo realidad uno de sus mayores sueños. “Tenía una idea en la cabeza y pensé ‘Si no lo hago ya ¿cuándo?”. Guiado por el impulso, comenzó a fabricar la “rejaneta”. Ahorró, compró un auto Fiat 600 a unos $30.000, lo hizo arreglar con un mecánico conocido y le creó una nueva carrocería. El vehículo no estaba en las mejores condiciones, por lo que debió invertir dinero para volverlo a poner en funcionamiento. “Lo encontré puesto en venta, pero ya casi tirado abajo de un árbol”, recordó.

 

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Cuando el “fitito” ya se encontraba funcionando, Adrián comenzó su trabajo y se encerró 12 días seguidos en su taller. “Fue un laburo intenso, de muchas horas”, recordó. Reemplazó todos los plásticos, por figuras hechas con hierros de 10, 8 y 6 milímetros. “Había visto por internet que en Estados Unidos habían hecho algo similar con un auto estilo Escarabajo y me inspiré en eso”, explicó.

Según el artista comentó, lo primero que trató de hacer fueron las piezas sobre el auto, pero se dio cuenta de que eso no era posible. “Era complicado doblar el hierro sobre el auto y unir las partes”, aclaró. Por eso, debió tomar las medidas y las formas del vehículo, después hacer las piezas de hierro sobre la mesa de trabajo y luego encastrarlas como si fuese un rompecabezas. De esa manera, cuando los “rulos”, es decir, las figuras con hierro que rodean al auto, estuvieron listos, los colocó.

El vehículo tiene toda la documentación requerida al día y funciona perfectamente, por lo que lo usa para viajar. Por supuesto, siempre depende del clima. Cuando llueve o hay demasiado viento, viajar es una misión imposible.

Muchas personas se lo cruzan en las rutas. “En las estaciones de servicio que paro, la gente se junta alrededor del auto para sacarse fotos y demás”, describió el hombre y dijo: “Yo ya me acostumbré”. Con su auto, ya viajó a varias provincias argentinas y participó de diferentes exposiciones. “Me invitan de todos lados y, a dónde puedo, voy”, contó.

Antes de que el Fiat 600 estuviera terminado del todo, sin los asientos y sin pintar, salió a dar una vuelta por su barrio en Coronda. “Hice unas cuadras y ya la gente me sacaba fotos y me grababa”, contó. Ese mismo día, a su hermana le llegó un video que le reenvió. Desde ese momento, supo que nunca más pasaría desapercibido.

Adrián comentó que ya tuvo varias ofertas de personas que querían comprar su pieza. En este sentido reveló que ahora está tratando de venderlo, porque quiere hacer algo más importante y único. “Tengo una idea en la cabeza de hacer otro tipo de auto y con una carrocería con más detalles”, explicó. “Es algo que me da vueltas en la cabeza hace mucho y mi idea es vender este auto para comenzar a trabajar en el otro”, aclaró. “La nueva sí sería una pieza única a nivel internacional porque tendría materiales que nunca vi combinados”, adelantó.

Para ponerle un precio a su modelo único, consultó con varias personas del rubro. Todos le dijeron precios que, para él, eran muy caros. Todavía está pensando qué hacer con su primer auto, pero mientras idea su nueva pieza.