Pedirán condiciones de detención más rigurosas para acusadas de asesinar a Lucio

Están alojadas en una cárcel de San Luis. Aunque están en celdas diferentes, comparten el pabellón y pueden comunicarse. El objetivo del trámite judicial es obtener condiciones de detención más rigurosas.

El juez de control Néstor Ralli, que interviene en la causa penal de la muerte de Lucio Dupuy (5) en La Pampa, fijó una audiencia el próximo lunes para revisar las condiciones de detención de Magdalena Espósito (24) y su pareja, Abigail Páez (27), acusadas de matar a golpes al nene.

La familia de Lucio Dupuy, ante las versiones de cómo eran las condiciones de detención de las acusadas, le había pedido al magistrado una revisión, a lo cual accedió.

El abogado José Mario Aguerrido, quien representa al padre del nene y a los abuelos, solicitó la audiencia, pero no adelantó los planteos a realizar. El objetivo del trámite judicial es obtener condiciones de detención más rigurosas y que eviten la comunicación con el resto de las presas.

Espósito, la madre del niño, y su novia, Páez, están alojadas en el Complejo Penitenciario N° 1 de San Luis. Fueron trasladadas después que la comisaría en la que estaban detenidas las mujeres fuera atacada durante los disturbios que se generaron en una manifestación.

Las mujeres tienen diferentes defensas. La madre del chico es patrocinada por el defensor oficial Pablo Di Biasi, mientras que a Páez la representa la defensora oficial Silvina Blanco. Esta última advirtió que ambas “podrían” tener acusaciones cruzadas por el caso.

Espósito y Páez están alojadas en un pabellón de ese complejo penitenciario. Hay solo otra detenida en ese pabellón, acusada del mismo delito que las pampeanas: el crimen de su hijo. Pero aunque están en celdas separadas, pueden hablar entre ellas.

De acuerdo al protocolo del penal, las internas cumplen siete días de aislamiento cuando ingresan. En esa etapa le explican la vida en la cárcel y se las mantiene sin contacto con el resto de la población. Pero esto no implica una incomunicación.

Como ya superaron ese período, ahora pueden recibir visitas de 9 a 13. Esta semana, Páez recibió en San Luis a su madre, Érica Frydlender.

El caso

Lucio Dupuy murió el viernes 26 de noviembre, entre las 21.30 y las 22, según la autopsia. Recibió una golpiza: sufrió traumatismos (tenía varios en la cara y el cuerpo) y una hemorragia interna.

Páez fue la que llevó al nene a una posta sanitaria: Lucio tenía sangre en la boca, según dijeron los testigos de la escena. Pero esa salita estaba cerrada, entonces se cruzó a una comisaría, donde los policías se negaron a atenderlo.

En esa situación desesperante, un joven le hizo RCP, pero el nene no reaccionó. Luego intercedió una enfermera profesional: Lucio vomitó y mostró movimientos. Una mujer lo llevó en un auto, junto a la pareja de la madre del chico, al hospital Evita de la capital pampeana, donde confirmaron su muerte.

La autopsia reveló que el cuerpo tenía golpes recientes, mordeduras y quemaduras. También, signos de abuso sexual.

Apenas se conoció la muerte de Lucio, su padre, Christian Dupuy, dijo: “La Justicia nunca me escuchó”. Afirma que nunca le dieron la guarda que él pedía. Tampoco podía verlo en forma regular.

El caso conmueve a La Pampa y al país. El domingo 27 hubo marchas masivas en General Pico y Santa Rosa y otros pueblos pampeanos. En la capital provincial todo terminó en caos: atacaron la comisaría donde estaban detenidas las acusadas. También quemaron tres autos, dos patrulleros y uno particular. Hubo 14 policías heridos y 12 manifestantes detenidos.

También se conoció que una vecina de la casa donde vivía Lucio llamó a la Policía el pasado 25 de agosto y advirtió que estaban golpeando al nene. “Sacale la ropa y cagalo a palos. Dejalo marcado porque lo mato yo”, escuchó la vecina.

Un policía llegó al lugar. A los gritos -desde un tapial-, le dijo a la madre: “Nos llamó el hermano de su vecina, que están golpeando a un niño”. Y se fue.

El jefe de la Policía pampeana, Daniel Guinchinau, aseguró que, en realidad, la fuerza no había acudido a ese llamado porque les “pasaron mal la dirección”.

Pablo González -hermano de la vecina y quien llamó al 101- lo desmintió en las redes contando la historia del llamado.

El abogado de la familia Dupuy señaló que su hipótesis es que “se trata de un crimen de odio”. Criticó la actuación de la jueza de Familia de Pico, Ana Clara Pérez Ballester. “La madre se fue dos años y volvió. Y pide el nene y se lo dan. No hizo su trabajo”, denunció Aguerrido.

Esa vez hubo un acuerdo entre el tío de Lucio (Maximiliano Dupuy, quien tenía la tutela) y la madre del nene, quien no tuvo un abordaje psicológico ni se sometió a un régimen progresivo.

 

 

Nota con información de Clarín


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