Peronismo de Entre Ríos enfrenta desafíos internos de cara a las elecciones de 2025

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El peronismo de Entre Ríos se encuentra en una situación compleja de cara a las elecciones legislativas de 2025. Sin una conducción clara y dividido en al menos cuatro sectores, el partido intenta reordenarse tras la derrota en las elecciones pasadas, mientras las diferencias internas se acentúan.

Este viernes, en Concordia, un grupo liderado por el exgobernador Gustavo Bordet se reunió en el sindicato de Empleados de Comercio bajo la excusa de una charla ofrecida por el economista Diego Bossio y el politólogo Gustavo Marangoni. Entre los asistentes estuvieron dirigentes como Ángel Giano, Armando Gay, Enrique Cresto y la intendenta de Paraná, Rosario Romero. Sin embargo, la reunión no contó con figuras clave como José Lauritto, intendente de Concepción del Uruguay, ni Ricardo Bravo, jefe comunal de Federación.

En paralelo, otro sector del peronismo, vinculado más al kirchnerismo, se reunió en Paraná bajo estricta reserva, con la participación de Adán Bahl, Blanca Osuna y el exintendente de Chajarí, Juan Javier García, entre otros. Además, esta semana la Liga de Intendentes Justicialistas, que incluye a jefes comunales conocidos como los sub 40, se congregó en Victoria, respaldando a los diputados provinciales que no apoyaron el proyecto de reforma política y electoral impulsado por el gobernador Rogelio Frigerio.

También se debe mencionar al ex vicegobernador e intendente de Santa Elena, Daniel Rossi, quien junto a un grupo de dirigentes que lo apoyan, ya lanzó su candidatura a senador nacional con fuertes críticas a Bordet y Maya. Por su parte, el sector Tendencia Artiguista Entrerriana, compuesto por dirigentes del peronismo ortodoxo, se prepara para un encuentro en Diamante, con la intención de consolidar una construcción peronista desde las bases.

El descontento entre la militancia hacia los dirigentes responsables de la última derrota electoral es palpable. A esto se suma la reciente postura del diputado Enrique Cresto, quien utilizó su agrupación para respaldar la reforma electoral del gobernador Frigerio, generando tensiones internas. El panorama se presenta incierto para el peronismo entrerriano, que necesita articular consensos para evitar una nueva debacle electoral. Sin embargo, las marcadas diferencias internas y la multiplicidad de frentes parecen complicar ese objetivo en el corto plazo.