Saleh al-Arouri, líder de Hamás, muere en ataque israelí
Sucedió en Dahiyeh, en los suburbios de Beirut. Arouri fue uno de los fundadores de las Brigadas Qassam, que perpetraron el mortal asalto en territorio israelí del 7 de octubre.
Saleh al-Arouri, líder de alto rango de Hamás, murió el martes por la noche en un ataque israelí con aviones no tripulados contra Dahiyeh, en los suburbios de Beirut, de acuerdo a un reporte de la radio Al-Aqsa del grupo palestino y a tres fuentes de seguridad que hablaron con Reuters.
En respuesta a las preguntas de Reuters, el Ejército israelí dijo que no responde reportes de medios de prensa extranjeros.
Arouri era un alto cargo del politburó de Hamás y fue uno de los fundadores de su ala militar, las Brigadas Qassam, que llevaron a cabo un asalto mortal en territorio israelí el 7 de octubre pasado. Estados Unidos había ofrecido el año pasado 5 millones de dólares por información sobre él.
Hamás confirmó la muerte de Arouri a través de la radio afiliada Al-Aqsa. Izzat al-Sharq, miembro del politburó de Hamás, dijo que había sido un “asesinato cobarde”.
El dron israelí alcanzó una oficina de Hamás en Dahiyeh en un ataque que dejó seis muertos, informó la agencia estatal de noticias libanesa.
El primer ministro provisional de Líbano, Najib Mikati, condenó la explosión como un “nuevo crimen israelí” y dijo que era un intento de arrastrar al Líbano a la guerra.
Un testigo de Reuters en Dahiyeh vio a bomberos y paramédicos reunidos en torno a un edificio de varias plantas con un enorme agujero en lo que parecía ser el tercer piso. Al borde de la carretera podían verse partes de cuerpos desmembrados.
Dahiyeh es un bastión del poderoso grupo armado Hezbolá, aliado de Hamás. Hezbolá ha estado intercambiando fuego casi a diario con Israel a través de la frontera sur del Líbano desde el estallido de las hostilidades entre Hamás y el Ejército israelí en octubre.
Los ataques aéreos y los bombardeos israelíes han matado a más de 100 combatientes de Hezbolá y a casi dos docenas de civiles, entre ellos niños, ancianos y varios periodistas, según fuentes del grupo y de seguridad.