Salta: Cayó una avioneta con 130 kilos de cocaína, rescataron a los ocupantes y huyeron

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Una aeronave ligera con matrícula boliviana se desplomó en un terreno agreste del sur salteño, cargada con 130 kilos de cocaína que quedaron abandonados entre la vegetación, mientras sus tripulantes escapaban en vehículos todoterreno antes de la llegada de las fuerzas de seguridad.

El incidente, ocurrido en el paraje San Felipe del departamento Rosario de la Frontera, desató una cacería inmediata por parte de Gendarmería Nacional y la Dirección General de Drogas Peligrosas, alertados por el estruendo del impacto en plena zona montañosa.

Los ocupantes, estimados en cuatro personas, no lograron transferir la totalidad de la droga a dos camionetas —una Ford blanca de modelo antiguo y una Volkswagen Amarok reciente— que los rescataron y aceleraron hacia Agua Amarga en el departamento Pellegrini. Autoridades antinarcóticos de Salta emitieron una alerta prioritaria, describiendo la maniobra como un intento fallido de extracción rápida, frustrado por el pánico ante el ruido de la caída y la proximidad de patrullas.

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Al inspeccionar el sitio, los agentes hallaron los paquetes ilícitos dispersos junto a una rueda de la avioneta, junto con un vehículo adicional incendiado a escasos metros, presuntamente para borrar evidencias. El desperfecto mecánico aparente en la nave impidió cualquier control al piloto, convirtiendo el vuelo de contrabando en un aterrizaje forzado que expuso la ruta aérea del narcotráfico desde Bolivia hacia el norte argentino.

En respuesta, se activó un operativo cerrojo en el Puesto de Control 10 La Muralla El Mojón, con revisiones exhaustivas a todo rodado sospechoso cruzando la frontera hacia Santiago, donde se sospecha que los fugitivos podrían refugiarse en caminos rurales o campos abiertos. Equipos de Metán y Salta coordinan con patrullas terrestres para rastrear huellas y posibles escondites, intensificando la vigilancia en accesos clave ante el temor de que residuos de la carga sigan en circulación.

Este episodio resalta la vulnerabilidad de las fronteras norteñas al avance del crimen organizado aéreo, donde fallos técnicos se convierten en oportunidades para las autoridades, pero también en recordatorios de la audacia de las redes que operan en la sombra. Mientras la investigación avanza, expertos en seguridad vial y antinarcóticos llaman a reforzar radares y controles aéreos para desmantelar estas rutas invisibles que amenazan la estabilidad regional.