Se hundió en el Mar Rojo un carguero británico que había sido atacado por rebeldes hutíes
El Gobierno de Yemen advierte sobre una “catástrofe ambiental” por la carga de fertilizantes que contenía.
El buque de propiedad británica Rubymar fue atacado por militantes hutíes el mes pasado y se hundió en el Mar Rojo, lo que generó preocupaciones sobre una posible “catástrofe ambiental” debido al cargamento de fertilizantes que transportaba. Este incidente representa el primer buque perdido desde que los hutíes comenzaron a atacar el transporte marítimo comercial en noviembre, lo que ha obligado a las empresas navieras a desviar sus barcos hacia rutas más largas y costosas alrededor del sur de África.
El barco, de propiedad británica y con bandera de Belice, se hundió debido a “factores meteorológicos y fuertes vientos”, según informó la célula de crisis encargada de gestionar el incidente. Se advierte que este hundimiento podría provocar un desastre ambiental en las aguas territoriales yemeníes y en el Mar Rojo. A pesar de los llamados del gobierno yemení para evitar la catástrofe, la comunidad internacional no respondió a tiempo, lo que resultó en el abandono y semiahogamiento del buque durante casi dos semanas.
Las autoridades de Yemen están evaluando los pasos a seguir para hacer frente a las repercusiones y atender el desastre ambiental que se avecina. El primer ministro y ministro de Exteriores de Yemen, Ahmed bin Mubarak, lamentó el incidente y denunció que Yemen está pagando el precio de las acciones de la milicia hutí, que ha estado atacando la navegación comercial en el Mar Rojo en apoyo a los palestinos de la Franja de Gaza.
La carga del buque era de más de 41,000 toneladas de fertilizante, según el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), mientras que el gobierno yemení informó que contenía 22,000 toneladas de fosfato amónico altamente tóxico. La tripulación del buque estaba compuesta por 24 personas de diversas nacionalidades, incluidos sirios, egipcios, indios y filipinos, que fueron evacuadas a Yibuti.
Este trágico incidente resalta la importancia de la seguridad marítima y la protección del medio ambiente en medio de conflictos y tensiones regionales. La comunidad internacional debería prestar mayor atención a estos eventos para evitar desastres ambientales futuros y proteger a las personas afectadas por estos incidentes.
