Trump anuncia tregua arancelaria global pero intensifica guerra comercial con China
En un giro inesperado de su política comercial, el presidente Donald Trump declaró una pausa de 90 días en los aumentos arancelarios para la mayoría de los países, estableciendo un tope general del 10%.
Sin embargo, endureció drásticamente las medidas contra China, elevando los gravámenes a un 125% y acusando al país asiático de prácticas comerciales desleales. “China ha estado robando descaradamente a Estados Unidos y otras naciones”, afirmó Trump en su red social Truth Social.
La medida llega tras intensas negociaciones con más de 75 países que buscaban evitar una escalada comercial. El mandatario estadounidense destacó que estas naciones “han mostrado buena voluntad” al acudir a negociar sin tomar represalias. Como gesto de reciprocidad, autorizó reducir temporalmente los aranceles al 10% para estos socios comerciales, incluyendo a México y Canadá, según confirmaron el secretario del Tesoro Scott Bessent y la portavoz de la Casa Blanca Karoline Leavitt.
El anuncio generó un inmediato impacto positivo en los mercados, con el índice S&P 500 recuperándose un 6% y alcanzando los 5.281,44 puntos. Este repunte contrasta con las fuertes caídas registradas la semana pasada, cuando Trump había decretado los primeros aumentos arancelarios en lo que denominó el “Día de la Liberación”, aplicando tasas del 10% a la mayoría de naciones y hasta 20% para bloques como la Unión Europea.
En un tono característico, Trump celebró la actitud de los países que acudieron a negociar: “Me están besando el trasero, están desesperados por llegar a acuerdos”, declaró ante el Comité Republicano. El secretario Bessent reforzó este mensaje, señalando que los países que evitaron tomar represalias serían “recompensados”, mientras justificaba el castigo adicional a China por su “insistencia en la escalada” comercial.
Esta pausa temporal en la guerra arancelaria global contrasta con la firme postura contra Beijing, marcando una clara división en la estrategia comercial de la administración Trump. Mientras da un respiro a la economía mundial con la reducción temporal de gravámenes, intensifica la presión sobre China, en lo que parece ser el verdadero objetivo de su ofensiva comercial. Los próximos 90 días serán cruciales para definir si esta tregua se convierte en una solución permanente o solo es el preludio de nuevas tensiones económicas.
