Un acto de amor que transforma vidas: la inspiradora historia del Sargento Schimpf

En el marco de la celebración del 191° aniversario de la Policía de Entre Ríos, el Sargento 1° Matías Ariel Schimpf fue reconocido por su ejemplar trayectoria y su compromiso con la comunidad.
Durante el acto central, realizado en la capital provincial, el Gobernador Rogelio Frigerio, junto al Ministro de Seguridad y Justicia, Néstor Roncaglia, y el Jefe de Policía, Claudio González, le otorgaron una distinción de honor. Schimpf, quien se desempeña en la Comisaría de General Ramírez, fue destacado por su historia de vida, que refleja valores como la solidaridad, la paciencia y la entrega al servicio de los demás.
La historia del Sargento Schimpf comenzó hace algunos años, cuando fue llamado a una vivienda en General Ramírez para realizar una certificación a una niña de un año que estaba en proceso de adopción y presentaba una condición de salud compleja. En ese momento, la pequeña lo llamó “papá”, y ese instante marcó un antes y un después en su vida. Junto a su esposa, María Fernanda, decidieron adoptarla, formando así una familia unida por el amor y la determinación de superar cualquier adversidad.
El camino no fue fácil. La familia enfrentó numerosos desafíos, especialmente relacionados con la salud de su hija. Sin embargo, estos obstáculos no los detuvieron, sino que los impulsaron a buscar nuevas formas de conectarse y crecer juntos. Fue en este proceso que descubrieron el poder terapéutico de los caballos, gracias al vínculo que su hija, Estefanía, desarrolló con un equino en el patio de su casa. Esta experiencia los inspiró a crear algo más grande.
De esa conexión especial nació la Asociación Civil de Equinoterapia y Neurorehabilitación “Pequeños Gigantes”. Lo que comenzó como un proyecto familiar se transformó en una institución que hoy cuenta con un predio de dos hectáreas, seis caballos, un equipo de más de 15 profesionales y numerosos voluntarios. La asociación atiende a nueve personas diariamente, y los fines de semana recibe a decenas de niños y adultos que participan en actividades terapéuticas y recreativas. Este espacio se ha convertido en un faro de esperanza para muchas familias de la región.
La historia del Sargento Schimpf es un testimonio vivo de cómo el amor y la dedicación pueden transformar realidades. Su labor no solo ha impactado positivamente en su familia, sino también en la vida de numerosas personas que encuentran en “Pequeños Gigantes” un lugar de apoyo y crecimiento. Su ejemplo demuestra que, guiados por la esperanza y el amor, es posible superar cualquier adversidad y construir un futuro mejor para todos.