Un hombre desnudo se colgó de un colectivo para no pagar el boleto

En el barrio Los Aromos de Merlo, provincia de Buenos Aires, un insólito incidente recientemente captó la atención de los residentes.

Mientras un colectivo de la línea 321 de la empresa ERSA continuaba su ruta, un hombre completamente desnudo se aferró al limpiaparabrisas, desafiando la lógica y la tranquilidad de los pasajeros. El chofer, aparentemente indiferente, siguió recogiendo pasajeros como si nada extraordinario estuviera sucediendo.

La escena surrealista ocurrió en la intersección de las calles Hornos y Donofrio. El protagonista permaneció colgado, desafiando la lluvia y la mirada atónita de los testigos. Aunque sorprendente, este tipo de incidentes no parece ser una rareza en el barrio. Los comerciantes locales comentan que la comunidad ha aprendido a ignorarlos, naturalizando comportamientos que, en realidad, reflejan problemas más profundos.

Más allá de lo anecdótico, este episodio subraya la falta de atención hacia la salud mental. El hombre desnudo, en su vulnerabilidad, representa desequilibrios serios que no solo afectan a quienes los protagonizan, sino también a los demás. Los residentes expresan preocupación por la creciente incidencia de casos de personas con problemas mentales que pueden volverse violentos.

Sin embargo, la respuesta de las autoridades locales deja mucho que desear. Denuncian que la policía rara vez responde a llamados relacionados con este tipo de situaciones, dejando a la comunidad en un estado constante de vulnerabilidad. Este incidente, más allá de su extravagancia, nos recuerda la urgente necesidad de abordar la salud mental de manera más efectiva y compasiva en nuestra sociedad.