Una entrerriana es la primera mujer civil en pasar un año en la Antártida
María Florencia Jauregui, una bioingeniera de 35 años oriunda de Concordia, se convirtió en la primera mujer civil en la historia al pasar un año en la Base Marambio de la Antártida.
A pesar de tener una carrera exitosa en el campo de la ingeniería, su experiencia en la Antártida fue lo más extraordinario para ella. Durante su tiempo en la base, Florencia apoyó un papel importante en el Laboratorio Multidisciplinario Antártico y se convirtió en una referencia para otras mujeres interesadas en la ciencia y la ingeniería.
Antes de su ingreso a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos, Florencia tenía diferentes intereses, como la Medicina Forense y el Periodismo. Sin embargo, descubrió la bioingeniería en una biblioteca y sintió que era la combinación perfecta entre la medicina y la ingeniería. Durante su tiempo en la universidad, Florencia tuvo muchas oportunidades, como integrar grupos de investigación, viajar a congresos y obtener becas. Además, algunas de las posiciones laborales más valiosas para ella se gestaron en la facultad.
Después de graduarse, Florencia trabajó en una empresa internacional de productos y servicios médicos en Buenos Aires antes de mudarse a España, donde actualmente vive y trabaja como Responsable Comercial de Homogeneización para España y Portugal en una firma multinacional de equipamiento industrial. Aunque extraña el rubro sanitario, está contenta con su posición actual y valora la mezcla entre las áreas técnica y comercial.
La oportunidad de viajar a la Antártida surgió cuando un colega graduado contó su experiencia en una campaña científica en el continente blanco. A pesar de las advertencias de que no se permitían mujeres civiles en campañas de un año completo, Florencia decidió inscribirse y logró convencer a las autoridades de que podía hacerlo. Durante su tiempo en la Base Marambio, fue responsable del Laboratorio científico y se encargó de que todos los equipos funcionaran correctamente y de recabar y enviar datos. Su desempeño fue un éxito y su caso se convirtió en un antecedente para las próximas mujeres que se presentaron.
Florencia que la Antártida es un lugar reservado para la ciencia y la paz, donde se realizan proyectos de investigación en colaboración con otros países. Aunque fue una de las pocas mujeres en la base, no experimentó ningún problema por su género. Sin embargo, reconoce que aún queda mucho por avanzar en la inclusión de las mujeres en posiciones comerciales y técnicas. Por eso, anima a las mujeres.