Una siesta al volante: el accidente que sorprendió a todos en Ruta 1

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En la madrugada del miércoles, la tranquilidad de la Ruta 1 fue interrumpida por un insólito siniestro vial que pudo haber terminado en tragedia.

Un joven de 25 años que conducía un Ford Ka perdió el control del vehículo tras quedarse dormido, despistó y terminó con el auto incrustado frente al garaje de una vivienda, en el kilómetro 0,6 de la colectora Cura Brochero, mano hacia Rincón.

De acuerdo con los primeros testimonios policiales, el conductor había ingerido bebidas alcohólicas antes del episodio. Su vehículo abandonó la calzada, atravesó la vereda y se detuvo con serios daños justo en la entrada de una casa, impactando contra el portón y parte de la fachada.

El personal de Cobem llegó rápidamente al lugar para asistir al único ocupante del auto, que presentaba una herida leve en la ceja izquierda. Pese a lo aparatoso del accidente, el joven fue derivado a un centro médico sin riesgo de vida. El tránsito permaneció estable, ya que el vehículo no obstruía la ruta.

Las autoridades intervinientes, entre ellas el Comando Radioeléctrico de la Costa, realizaron las pericias necesarias para documentar lo ocurrido. El estado del automóvil —notablemente dañado en el capot y el lateral— evidenció la violencia del impacto, que dejó en shock a los residentes del barrio.

Este episodio reaviva el debate sobre los controles de alcohol y fatiga en conductores. Si bien el hecho no tuvo víctimas fatales, pone de relieve la necesidad de reforzar campañas de concientización sobre los riesgos de conducir bajo los efectos del cansancio y sustancias que alteran el estado de alerta.