Valle María implementa nuevo código de protección animal
La Municipalidad de Valle María ha promulgado la Ordenanza Nº 453, que establece un Código Municipal de Protección Animal.
Esta normativa tiene como objetivo principal promover el cuidado y la tenencia responsable de animales, asegurando su bienestar y dignidad. Desde el Concejo Deliberante, se destacó la importancia de la tenencia responsable para velar por la salud pública, la higiene y la seguridad de las personas, subrayando que los animales son parte integral de la vida cultural y del ecosistema humano.
En los considerandos de la ordenanza, se señala que algunos propietarios permiten que sus animales deambulen sueltos en la vía pública, muchas veces en condiciones de abandono y sin los cuidados necesarios. Esta situación no solo afecta el bienestar de los animales, sino que también está vinculada al aumento de enfermedades zoonóticas. La sobrepoblación animal es un problema de salud pública que requiere atención tanto a nivel local como internacional.
La ordenanza establece medidas para la protección de animales pequeños y grandes, previniendo actos de crueldad y maltrato. Se prohíbe al Estado Municipal la práctica de matanzas, eutanasia y sacrificio de mascotas. Además, se promueve el control de la población animal mediante la castración quirúrgica masiva y temprana de machos y hembras, tanto de gatos como de perros. El municipio tendrá la potestad de castrar a los animales sueltos en la vía pública por razones de salud pública.
Los propietarios de animales tienen la obligación de proporcionarles adecuada alimentación, vivienda, refugio y cuidados necesarios para su bienestar. Deben garantizar la libertad de movimiento y la atención médico veterinaria, evitando cualquier sufrimiento evitable. La normativa también prohíbe mantener animales atados de manera que limite su movimiento y exige la limpieza periódica de sus espacios de permanencia.
La ordenanza también establece que los propietarios deben tomar medidas para evitar que los animales molesten a los vecinos, especialmente durante las horas de descanso. Se debe evitar la libre circulación de los animales en la vía pública y recoger sus deyecciones utilizando bolsas biodegradables. Además, se deben prevenir acumulaciones de restos de comida que puedan provocar la proliferación de moscas y malos olores. Los caninos potencialmente peligrosos deben ser albergados en instalaciones seguras y señalizadas adecuadamente.