El Gobierno quiere congelar sueldos a estatales y que se replique en el sector privado
El Gobierno ha decidido congelar los sueldos de los empleados públicos y no conceder más aumentos salariales durante el resto del año.
Esta medida fue comunicada a los gremios que representan a los estatales nacionales y se espera que sirva como referencia para las negociaciones salariales en el sector privado. La administración de Javier Milei busca que este esquema se generalice para moderar las subas salariales y reducir la presión inflacionaria.
El objetivo del Gobierno es que la inflación converja a un nivel cercano al 0% para fin de año. En las mesas paritarias, se ha insistido en la necesidad de que los aumentos salariales acompañen la desaceleración de la inflación. Se espera que los incrementos salariales se ubiquen en torno al 3% en septiembre y al 2% en octubre, para luego mantener un congelamiento en noviembre y diciembre.
Los líderes de los gremios UPCN y ATE, que representan a los empleados públicos, fueron informados del plan durante una reunión paritaria. Aunque inicialmente rechazaron la propuesta de un aumento del 2% en octubre y 1% adicional en noviembre, el Gobierno ratificó que no habrá incrementos en noviembre y diciembre. Los sindicalistas advierten que será difícil trasladar este esquema al sector privado sin señales claras de una reducción significativa de la inflación.
Algunas paritarias recientes en el sector privado muestran una desaceleración en los aumentos salariales. Por ejemplo, la industria metalúrgica acordó un incremento del 2,5% para octubre, y el sindicato de Camioneros firmó un aumento del 3% para el trimestre agosto-octubre. Sin embargo, otros acuerdos, como los de la UOCRA y el gremio de Comercio, se alejan de la expectativa oficial, con subas acumulativas del 5% y 4% para agosto-septiembre y proyecciones de incrementos del 3% mensual para octubre-diciembre.
El Gobierno enfrenta el desafío de imponer un criterio generalizado de aumentos salariales moderados para controlar la inflación. Aunque algunos sectores han mostrado disposición a seguir esta pauta, otros gremios del sector privado consideran inviable adoptar estos incrementos sin una clara desaceleración inflacionaria. La efectividad de esta estrategia dependerá de la capacidad del Ejecutivo para mantener la inflación bajo control en los próximos meses.