El libertario entrerriano Beltrán Benedit organizó visita a genocidas

Un hecho sin precedentes en la democracia argentina ocurrió el jueves 11 de julio, cuando cinco diputados del bloque La Libertad Avanza visitaron a represores de la última dictadura militar en el penal de Ezeiza.

Los ex militares, condenados a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad, recibieron la visita institucional de los legisladores, quienes discutieron estrategias para conseguir la prisión domiciliaria para los detenidos.

La comitiva estuvo encabezada por el diputado entrerriano Beltrán Benedit, acompañado por Lourdes Arrieta, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro y María Fernanda Araujo. En la cárcel, se reunieron con genocidas reconocidos como Alfredo Astiz, Raúl Guglielminetti y Carlos Suárez Mason, entre otros. Esta visita marca la primera vez que represores reciben una visita institucional desde el inicio de los Juicios por la Verdad.

Durante la reunión, los diputados y los represores discutieron diversas estrategias para obtener la prisión domiciliaria. Entre los represores presentes se encontraban Antonio Pernías, Gerardo Arráez, el “Pájaro” Martínez Ruíz, Agustín Oyarzábal Navarro, el uruguayo Juan Manuel Cordero, Mario “el Cura” Marcote, Miguel Ángel Britos y Adolfo Donda. La reunión fue confirmada por fuentes del bloque libertario, aunque no se difundieron detalles ni fotografías del encuentro.

La excusa oficial para la visita fue que los diputados iban a visitar a ex combatientes, aunque en el grupo había civiles que integraron patotas y ex policías. Alfredo Astiz, conocido por su participación en la Guerra de Malvinas, también estuvo presente. Sin embargo, se desconoce por qué los diputados no emitieron ningún comunicado oficial sobre la visita, lo que ha generado malestar dentro del mismo bloque.

El control del bloque libertario por parte de Martín Menem, quien actúa como el verdadero presidente del bloque, es evidente. Los diputados tienen prohibido presentar proyectos o participar en actividades sin consultar previamente a Menem, lo que sugiere que el presidente de la Cámara de Diputados estaba al tanto del encuentro con los represores. Este hecho ha generado controversia y cuestionamientos sobre la transparencia y las intenciones de los legisladores involucrados.