Homenaje a Don José Artigas, 173 aniversario de su fallecimiento

En Homenaje a Don José Artigas en el 173 aniversario de su fallecimiento a pedido de Neonetmusic publicamos este texto, también en merecido reconocimiento al maestro Gonzalo Abella quien prologara la 1ª re impresión de nuestro libro ARTIGAS Y E.R. La parábola de Artigas (Balbi Gladis, Richardet Alejandro J. colaboración Prof. Gisela Ekkert, Lic. Tatiana Richardet Imprenta Oficial febrero 2023).

Gonzalo Abella

Si se quiere profundizar en la Historia de nuestra región, este libro se inscribe en la lista de los imprescindibles. Su enfoque ya es un desafío a esa “Historia Oficial”, que pone anteojeras a la historia local y busca exaltarla por oposición a la de los vecinos, culpables de todos los conflictos y problemas. Aquí, con fuerte fundamento documental se convocan a todos los enfoques de los que buscaron antes y buscan hoy, pero se ordena el mosaico resultante desde una clara posición de Patria Grande y soberanía.

Como oriental nacido en Montevideo, soy menos “uruguayo” que un habitante de Gualeguaychú o Concordia; en todo caso, soy más “rioplatense”. Pero todo el Entre Ríos es compatriota de los orientales; los extranjeros, en todo caso, están entre los jerarcas de Montevideo. No puedo sentirme extranjero en el ámbito chamamecero de Federal, o en los pagos montieleros de Lázaro Blanco, o entre los tambores del tangó de San Miguel. Ya más al Norte, por Chajarí o La Paz, muchos hermanos pronuncian la “r” con arrastre guaraní, y lo mismo pasa entre los orientales de Bella Unión. Un cuadro de Molina Campos puede parecer pintado en Tacuarembó, Y la música tiene matices que sólo para nosotros son perceptibles. Las sinagogas de Basavilbaso me recuerdan las colonias “gringas” del litoral oriental.

Una vez le preguntaron a Atahualpa por las diferencias entre la milonga argentina y la milonga oriental. “Mi amigo” respondió Don Ata, “la milonga cambia cada diez leguas”. O sea que un aire de milonga tiene más afinidades entre Paysandú y Colón que con las milongas sureras de la pampa.

Todo este rodeo para recordar que pertenecemos a un mismo Ecosistema y somos hijos de la Gauchería. Adhiero a la teoría que la palabra “Gaucho” proviene de la cultura mestiza que adora al Gualicho, entidad protectora de la campaña, y que le ofrenda en oraciones con santiguados cristianos. Crisol de culturas y mestizajes, el mundo de la Vaquería ignoró las leyes coloniales, creó una Edad del Cuero, vivió un colectivismo difuso, y se incorporó al trueque con la Europa protestante a través de las costas orientales.

La Liga Federal de los Pueblos Libres nació y floreció en ese enclave esencial que fue el Entre Ríos. El campamento del pueblo oriental en el Ayuí, la Batalla de Espinillo y el Congreso de Arroyo de la China, todo se dio en el escenario entrerriano, epicentro de una propuesta interprovincial y soberana. Los patricios egresados de las Universidades de Charcas o de Córdoba nunca pudieron entender el proyecto popular inter étnico de la Liga, a la que se sumaron algunos pocos intelectuales de levita o sotana. Incluso el proteccionismo aduanero de la Liga, necesario para impulsar la producción provinciana, fue visto por los sacerdotes del libre comercio como un retroceso frente a la libertad de comercio, que para ellos era la madre de todas las libertades.

La propiedad de la tierra, o mejor dicho su usufructo familiar o colectivo, fue un tema que cruzó toda la existencia de la Liga, y que aceleró las contradicciones internas entre los cabildos más conservadores y los campamentos del pueblo en armas. Sólo en la provincia de Misiones no existió esa contradicción; Gobernador, cabildantes y pueblo en armas, todos eran indios misioneros, todos adherían al ala radical dentro de la Liga.

En este libro, con tantas fuentes diferentes, la objetividad aparece como suma algebraica de las subjetividades. Su columna vertebral es clara: respeto a la diversidad, pero curso firme y muy pensado.

La Liga Federal de los Pueblos Libres es un universo inagotable; no cabe entera en ningún libro. Sorprendentemente aquí aparecen muchos, incluyendo el co protagonismo femenino. Hay, sin embargo, un tema que sugiero estudiar en profundidad en un próximo trabajo: el papel de Fructuoso Rivera. Una personalidad, por más influyente que sea, no define por sí misma el destino de una gesta: pero puede ser expresión de un cúmulo de circunstancias que lo impulsan o lo frenan. Desde 1817, Rivera fue agente de inteligencia del invasor portugués.

Desde la antigüedad los ejércitos habían intentado espiar al enemigo, infiltrarse en terreno enemigo, y meter caballos de Troya. En tiempos de Napoleón ya había aparecido la contrainteligencia de la mano de Fouché, y los dobles agentes empezaron a jugar un papel importante para la guerra moderna. Rivera entrega al enemigo las rutas de los chasques y el plan de comunicaciones; y cumple con sus intrigas un papel fundamental para incentivar la enemistad entre Artigas y Ramírez.

Si miramos la gesta de independencia de Nuestra América desde Haití (1803) a Cuba (1903), se advierte que en el seno de esta gesta se agudizaron conflictos sociales que venían de siglos atrás y que muchas veces se expresaban en las mismas filas independentistas.

Todo terminó con el nacimiento de Estados que finalmente, casi siempre fueron sometidos y saqueados por voraces intereses de otros Estados más poderosos. La Liga Federal fue una anomalía, o mejor, eso queremos pensar, un anuncio fugaz del futuro soberano que nuestros pueblos merecen.

Hacia ese futuro, por mares tempestuosos, navegarán sin duda estas páginas. Todo nuestro afecto y nuestra esperanza irán en ellas.

Montevideo Julio 2021

Gonzalo Abella (nacido en 1947 Montevideo R.O.U), maestro de primaria, investigador cultural, escritor y ensayista. Estudió magisterio en Uruguay. Posteriormente cursó estudios en Ciencias Sociales en Cuba y en la entonces URSS. Ejerció como profesor de Historia del Movimiento Obrero en el Tecnológico del Tabaco en Pinar del Río (1980-1982) y en el tecnológico Estrella Roja, Guatao, Provincia de La Habana (1983). Máster en Ciencias Sociales con Mención en Educación como becario IDRC en Canadá (1988). Ha publicado trabajos sobre identidad, historia y creencias populares del pueblo uruguayo. Desde 2013 es militante de Unidad Popular, Está casado con Isabel Izquierdo, con quien comparte las investigaciones.