Precio de la nafta en la mira: qué factores definen un posible aumento en julio

Las petroleras argentinas evalúan un eventual incremento en el precio de los combustibles a partir del próximo mes, ante la escalada del petróleo a nivel internacional.
El repunte se vincula con la creciente tensión en Medio Oriente, particularmente por el conflicto entre Irán e Israel, que encareció el barril Brent a más de 76 dólares, su valor más alto desde febrero.
Empresas del sector aseguran que aún existe cierto “margen” para contener la suba, ya que durante 2024 el barril promedió los 80 dólares y recientemente se había estabilizado en 60, lo que incluso derivó en una baja del 1% en el precio local de la nafta. Sin embargo, la volatilidad actual reaviva las dudas, sobre todo si se mantiene el alza en los próximos días.
Además del valor internacional del crudo, las petroleras toman en cuenta otros tres factores para definir sus ajustes mensuales: el tipo de cambio, los impuestos al combustible y los precios de los biocombustibles, determinados por la Secretaría de Energía. En ese “coctel”, advierten, cualquier modificación puede traducirse en nuevos precios para los consumidores.
Si bien el titular de YPF remarcó que no se deben tomar decisiones durante picos de crisis, la posibilidad de una interrupción en el estrecho de Ormuz —por donde transita el 35% del petróleo mundial— genera un escenario de alerta. El impacto local sería doble: por un lado, presiona los surtidores; por otro, mejora el ingreso de divisas si el país exporta más.
Por ahora, el sector observa con cautela. A principios de julio se definirá si hay aumento o no, en función de cómo evolucionen las variables. Mientras tanto, el consumidor argentino se enfrenta una vez más al dilema de un mercado global que influye directamente en su bolsillo.