Irán bombardeó Israel y amenaza con bloquear el paso clave del petróleo mundial

El conflicto entre Irán, Israel y Estados Unidos escaló drásticamente tras un ataque militar estadounidense contra instalaciones nucleares iraníes.

En respuesta, la Guardia Revolucionaria de Irán lanzó una serie de misiles balísticos contra territorio israelí, dejando al menos 27 heridos y causando severos daños en las ciudades de Haifa y Tel Aviv. Las Fuerzas de Defensa Israelí confirmaron dos oleadas de ataques con 27 misiles en total.

Las imágenes desde el terreno muestran edificios colapsados, vehículos destruidos y amplias zonas residenciales evacuadas. Israel respondió con bombardeos sobre objetivos militares en el oeste de Irán, aumentando la preocupación internacional por una escalada bélica en la región.

En paralelo, el Parlamento iraní aprobó un proyecto para cerrar el estrecho de Ormuz, punto estratégico por donde transita cerca del 20% del petróleo y gas natural licuado del planeta. Aunque la medida aún no fue ratificada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, representa una advertencia directa al comercio energético global.

El estrecho conecta el Golfo Pérsico con el océano abierto y es vital para exportadores como Arabia Saudita, Irán, Irak y Qatar. De concretarse el cierre, se prevé un impacto inmediato en el precio internacional del crudo, dado que las rutas alternativas resultan más costosas y limitadas.

Analistas internacionales advierten que este conflicto podría afectar no solo la estabilidad geopolítica de Medio Oriente, sino también los mercados energéticos y la seguridad internacional. El mundo sigue de cerca los próximos pasos de los líderes involucrados, mientras crece la presión diplomática para evitar una guerra regional de gran escala.

Escalada bélica en Medio Oriente: bombardeos mutuos dejan muertos en Israel e Irán

El cruce de ataques dejó al menos tres civiles muertos en la ciudad israelí de Tamra y decenas de heridos.

La tensión en Medio Oriente alcanzó un nuevo punto crítico este sábado con una oleada de misiles lanzados por Irán contra Israel, en represalia por los bombardeos que la fuerza aérea israelí efectuó el viernes sobre más de 200 objetivos militares y nucleares iraníes.

Las sirenas de alerta volvieron a activarse en Tel Aviv y Jerusalén pasada la una de la madrugada, y aunque gran parte de los proyectiles fueron interceptados por los sistemas defensivos, algunos impactaron zonas residenciales provocando incendios y destrozos. Entre los heridos se encuentra una mujer que falleció por la gravedad de las lesiones.

El Ministerio de Defensa israelí respondió de inmediato con una amenaza directa: “Teherán arderá” si Irán continúa con su ofensiva. Según voceros militares, Israel habría matado a nueve científicos nucleares en los ataques del viernes y mantiene activos nuevos operativos en distintas regiones del territorio iraní.

Por su parte, Irán advirtió que extenderá sus ataques a bases y buques de Estados Unidos, Francia y Reino Unido si intervienen a favor de Israel. Esta declaración encendió alarmas en las principales potencias involucradas en la región y elevó el nivel de alerta en el marco de un conflicto con potencial alcance internacional.

La comunidad internacional observa con creciente preocupación el deterioro de la situación y los riesgos de una guerra abierta. Mientras los gobiernos analizan sus próximas decisiones, los ciudadanos en ambos países se enfrentan al miedo, la incertidumbre y las consecuencias de una escalada que amenaza con desbordar las fronteras regionales.

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