Sorpresa y tensión en España: Emilia Mernes rechazó un gesto de Enrique Iglesias en pleno show

Durante el cierre del Granca Live Fest, uno de los eventos musicales más esperados en Gran Canaria, se vivió un momento que dio la vuelta al mundo.

En su regreso a los escenarios tras seis años, Enrique Iglesias invitó a la cantante argentina Emilia Mernes a acompañarlo en el tema “Héroe”. Lo que comenzó como una colaboración vibrante, terminó en una escena incómoda que generó un aluvión de comentarios en redes sociales.

Mientras cantaban juntos, Iglesias se acercó a Mernes e intentó besarla en la boca frente al público. La artista, sorprendida, reaccionó rápidamente y evitó el contacto, sin interrumpir su interpretación. Aunque el gesto pudo haber pasado inadvertido en otro contexto, fue captado en video y se viralizó en pocas horas, desatando una ola de reacciones en plataformas digitales.

La escena se tornó aún más llamativa cuando, al finalizar la canción, el cantante español se arrodilló ante Emilia en señal de admiración. A pesar de este gesto de respeto, la atención ya estaba centrada en el intento fallido de beso, que muchos consideraron inapropiado. Usuarios de redes sociales debatieron intensamente sobre el comportamiento del artista y los límites del respeto en presentaciones públicas.

Emilia Mernes, vestida con un conjunto blanco y visiblemente profesional durante toda la actuación, fue elogiada por su actitud y templanza frente a la situación. Cabe destacar que la cantante mantiene una relación estable con el artista argentino Duki, lo que también encendió el debate sobre la invasión de límites personales en contextos laborales.

A pesar de la controversia, el evento marcó un punto alto en la carrera internacional de Mernes, reafirmando su presencia en grandes escenarios. Mientras tanto, Enrique Iglesias compartió en sus redes sociales un agradecimiento hacia la argentina, acompañado de las palabras “Gracias, Emilia Mernes. Viva España”.

Mujer engañada por dos años creyó ser novia de Enrique Iglesias y le envió dinero


Guadalupe Cepeda, una mujer de 63 años, vivió una ilusión que terminó por destruir su vida familiar.

Durante más de dos años, creyó mantener una relación amorosa con el famoso cantante Enrique Iglesias, a quien conoció a través de un club de fans en redes sociales. La mujer asegura que el artista le envió mensajes privados expresando su interés por ella, lo que la llevó a enamorarse perdidamente y a tomar decisiones drásticas en su vida personal.

Según relató Guadalupe, el supuesto Enrique Iglesias le prometió amor eterno y hasta le propuso matrimonio. “Yo te amo. Siempre voy a estar contigo. Si tu marido no te quiere, aquí estoy yo. Si quieres, nos casamos”, fueron algunas de las palabras que la convencieron de abandonar a su esposo. La mujer, emocionalmente involucrada, hizo sus maletas y se preparó para dejar a su familia, creyendo que comenzaría una nueva vida junto al cantante.

Sin embargo, todo resultó ser una estafa. El esposo de Guadalupe, al escuchar su historia, decidió investigar y descubrió que los mensajes de amor no provenían de Enrique Iglesias, sino de un número telefónico registrado en Nigeria. Además, se enteró de que su esposa había estado enviando dinero al estafador durante dos años, utilizando tarjetas de regalo. A pesar de las pruebas, Guadalupe se niega a aceptar que fue víctima de un engaño.

“Mi familia está destruida”, lamentó el esposo, quien relató el momento en que su mujer estaba lista para abandonarlo. “Estaba con las maletas en la puerta, lista para dejarme. Me dijo que estaba enamorada y se iba a ir con Enrique Iglesias”, recordó con tristeza. Aunque intentó hacerla recapacitar, Guadalupe sigue convencida de que su relación con el cantante es real.

Este caso es un ejemplo más de los peligros de las estafas emocionales en redes sociales, donde los delincuentes se aprovechan de la vulnerabilidad de las personas para obtener beneficios económicos. Mientras tanto, la familia de Guadalupe intenta reconstruir su vida, aunque la negación de la mujer a aceptar la verdad complica el proceso de reconciliación.

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