Entre luces, ausencias y tensiones: Tucumán celebró la vigilia del 9 de Julio

La noche del 8 de julio, Tucumán fue epicentro de una emotiva vigilia por el Día de la Independencia.

Sin embargo, la tradicional ceremonia se desarrolló con un clima político enrarecido y una visibilidad reducida: el presidente Javier Milei decidió no participar. La conmemoración, encabezada por el gobernador Osvaldo Jaldo, tuvo como escenario principal la Casa Histórica de la Independencia, testigo del espíritu federal que marcó la jornada.

Acompañando al mandatario tucumano, estuvieron apenas dos gobernadores: Carlos Sadir (Jujuy) y Raúl Jalil (Catamarca). También dijo presente la vicegobernadora de Entre Ríos, Alicia Aluani, quien representó a su provincia en un acto donde las propuestas culturales y la identidad histórica se entrelazaron con el contexto político actual. El evento contrastó notablemente con la edición de 2024, cuando 18 mandatarios provinciales participaron de la firma del Pacto de Mayo.

Desde Casa Rosada justificaron la ausencia presidencial por cuestiones climáticas en Buenos Aires, que habrían impedido el viaje. No obstante, fuentes cercanas a los gobiernos provinciales interpretaron el faltazo como una señal del creciente distanciamiento entre el Ejecutivo nacional y varios distritos del país, en medio de disputas por recursos y autonomía.

En ese escenario, el gobernador Jaldo reafirmó su compromiso con la unidad nacional al declarar que el orgullo patrio se mantiene intacto pese a las diferencias. “El corazón de esta conmemoración late en Tucumán, en la voluntad de mantener viva la llama de la libertad y la soberanía”, expresó ante un público que colmó la plaza frente al museo.

La escasa participación política reavivó los debates sobre el vínculo de Milei con las provincias y el rol institucional de las celebraciones patrias. Con menos figuras políticas y más ciudadanos de a pie, la vigilia de 2025 dejó un mensaje claro: aunque la formalidad institucional flaquee, el pueblo sigue abrazando con fervor su historia.

Gobernadores cruzan a la Rosada: reclaman fondos retenidos y amenazan con ley propia

Una sorpresiva alianza entre gobernadores provinciales y sectores del peronismo reconfiguró el tablero político esta semana.

Mandatarios que hasta ahora se habían mantenido cerca del gobierno de Javier Milei decidieron presionar con fuerza para exigir la distribución inmediata de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), cuyos desembolsos se encuentran frenados por el Ejecutivo.

Durante una reunión virtual de alto voltaje, participaron dirigentes de distintos signos políticos: desde Alfredo Cornejo (Mendoza) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), hasta Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Nacho Torres (Chubut) y Sergio Ziliotto (La Pampa). Junto a bloques legislativos de la UCR, el PRO y el peronismo, comenzaron a delinear un paquete legislativo que obligue a la Casa Rosada a coparticipar los ATN de forma automática.

Además, buscan incluir en la discusión los fondos del Impuesto a los Combustibles Líquidos, destinados a infraestructura vial. Según denunciaron, el gobierno nacional estaría reteniendo esa recaudación, agravando el deterioro de rutas del interior y sumando tensión con las provincias. La eliminación de fideicomisos y fondos fiduciarios también forma parte del borrador legislativo.

Aunque el paquete todavía no fue presentado formalmente, los gobernadores planean alcanzar un consenso más amplio, incluso con interlocutores del oficialismo. Aseguran que las medidas propuestas no alteran el equilibrio fiscal y, por el contrario, buscan dar transparencia al reparto de recursos federales.

El enfrentamiento marca un punto de inflexión en la relación entre el Ejecutivo y sus antiguos aliados provinciales. Mientras Milei mantiene silencio público sobre el reclamo, los gobernadores refuerzan su mensaje: no están dispuestos a tolerar más discrecionalidad en el manejo de fondos que consideran esenciales para la gestión territorial.

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