Macabro hallazgo en Corrientes: pescadores encuentran pie humano flotando en el río Paraná

Un grupo de pescadores vivió una escena escalofriante este lunes por la tarde en la ciudad de Corrientes.

Mientras realizaban sus actividades a orillas del río Paraná, en las inmediaciones del cementerio San Juan Bautista, descubrieron un pie humano flotando entre los pastizales. El fragmento pertenecía al pie izquierdo y se encontraba dentro de una zapatilla negra, lo que dio aún más dramatismo al hallazgo.

Ante el espeluznante descubrimiento, los testigos alertaron rápidamente a las autoridades. En pocos minutos, personal policial y un equipo forense se presentaron en el lugar para cercar el área y comenzar las tareas periciales. El procedimiento incluyó un minucioso relevamiento fotográfico y el levantamiento del miembro hallado, que fue trasladado para su análisis.

Hasta el momento, no hay confirmación oficial sobre la identidad de la persona a la que pertenecía el pie ni sobre cómo llegó al río. Sin embargo, los investigadores barajan varias hipótesis, una de las cuales apunta a un posible caso de suicidio vinculado con una desaparición reciente en la zona, aunque esta versión no ha sido corroborada.

El hallazgo genera una gran conmoción en la comunidad correntina, que permanece a la espera de novedades oficiales. Los vecinos de la zona expresaron su preocupación por la seguridad en las riberas del Paraná y pidieron mayor presencia policial en espacios públicos, sobre todo en áreas cercanas al cementerio.

Mientras la investigación avanza, el caso suma otra incógnita a los frecuentes episodios en torno al río Paraná, un escenario que en los últimos años se ha vuelto escenario de múltiples incidentes sin resolver. Las autoridades locales instan a la población a colaborar con cualquier dato que permita esclarecer el hecho.

Córdoba: el oscuro pasado de un ex policía vuelve a la escena tras hallazgo macabro

Un hallazgo espeluznante en un departamento del centro de Córdoba volvió a colocar bajo el foco a Horacio Antonio Grasso, un ex policía condenado por un crimen que conmocionó a la provincia en 2006.

Esta vez, la aparición de un cuerpo en descomposición dentro de un ropero del edificio donde cumplía prisión domiciliaria reavivó el recuerdo del asesinato del pequeño Facundo Novillo, de tan solo siete años.

Grasso, que purgaba una condena de 27 años por haber participado en un violento asalto en Colonia Lola —hecho en el cual murió el niño Novillo tras recibir un disparo en medio de una fuga—, se encontraba bajo arresto domiciliario por supuestos problemas de salud. El reciente hallazgo en su domicilio abrió nuevas sospechas sobre su conducta y puso en marcha una investigación judicial para determinar si tiene vínculo con el nuevo cadáver.

El asesinato que lo llevó tras las rejas ocurrió durante un robo a una vivienda presuntamente vinculada al narcotráfico. Dos hombres disfrazados de policías entraron a robar, mientras Grasso esperaba afuera en un auto. En medio del escape, disparó su arma y una bala impactó en la cabeza de Facundo, que viajaba junto a su madre. La imagen del niño y el auto tiroteado se volvió símbolo de la violencia policial encubierta.

A pesar de su pasado, Grasso consiguió la domiciliaria y vivía a pocas cuadras de la plaza San Martín. Vecinos ya habían denunciado olores nauseabundos y conductas extrañas antes de que se descubriera el cuerpo dentro del ropero. La fiscalía aún no pudo determinar la identidad del fallecido ni si se trata de un nuevo crimen perpetrado por el ex uniformado.

Este hecho no solo reactiva uno de los casos más dolorosos de Córdoba, sino que también pone bajo la lupa los controles sobre presos domiciliarios con antecedentes violentos. La Justicia y la opinión pública exigen respuestas: cómo es posible que alguien con semejante historial haya terminado nuevamente en el centro de un presunto crimen.

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