La Tierra acelera su rotación: el 22 de julio será uno de los días más breves del siglo

Este 22 de julio se marcará en los registros científicos como una jornada peculiar: la Tierra completará su giro diario en un tiempo ligeramente menor al habitual, reduciendo 1,34 milisegundos del día estándar de 24 horas.

Aunque imperceptible para la mayoría de las personas, este fenómeno llamó la atención de expertos por lo inusual de su comportamiento.

La comunidad científica advierte que este tipo de aceleraciones pueden tener repercusiones en sistemas de medición del tiempo, como los relojes atómicos. Si la tendencia persiste, podría ser necesario aplicar un ajuste sin precedentes: un segundo intercalar negativo. Esta corrección nunca se ha implementado y sería el reflejo de un cambio profundo en la rotación terrestre.

Históricamente, la duración de los días ha variado. Investigaciones señalan que, en los orígenes del planeta, una jornada tenía aproximadamente 19 horas. Con el tiempo, las interacciones gravitacionales con la Luna y el Sol modificaron este ritmo, generando fricciones que ralentizaron el movimiento de la Tierra.

El fenómeno actual se suma a otros días récord. Por ejemplo, el 5 de julio de 2024, la rotación fue aún más veloz, reduciendo 1,66 milisegundos. Para este año, los días 9 y 22 de julio, junto con el 5 de agosto, se perfilan como los más cortos registrados, lo que confirma una tendencia que intriga a los investigadores.

Más allá de la fascinación astronómica, este acontecimiento plantea interrogantes sobre el equilibrio planetario y la precisión de los sistemas tecnológicos que dependen del tiempo exacto. Los científicos seguirán de cerca esta variación, buscando respuestas en los complejos mecanismos que rigen nuestro planeta.

¿Se detuvo el núcleo terrestre? Científicos revelan señales inquietantes

Un estudio reciente publicado en Nature Geoscience sugiere que el núcleo interno de la Tierra podría haber frenado su rotación e incluso estar girando en sentido contrario.

La investigación, basada en análisis de ondas sísmicas recolectadas entre 1990 y 2021, fue realizada por expertos de la Universidad de Pekín y la Universidad del Sur de California.

El núcleo terrestre, compuesto principalmente por hierro y níquel, se encuentra en el corazón del planeta, rodeado por una capa líquida. Su movimiento está influenciado por el campo magnético y las fuerzas gravitatorias del manto. Según los especialistas, este sistema presenta ciclos de oscilación cada siete décadas, siendo la última inversión registrada en los años 70.

Los efectos no serían perceptibles de inmediato para la mayoría de las personas, pero podrían generar alteraciones significativas en el campo magnético, clave para la protección contra radiación solar y el funcionamiento de tecnologías como GPS y telecomunicaciones. También se advierte que esta reversión podría incidir en la actividad sísmica y el comportamiento de las placas tectónicas.

Además, el estudio plantea que la variación en la rotación podría afectar la duración de los días en la Tierra, aunque de forma mínima. Estas fluctuaciones podrían influir sobre patrones climáticos globales a largo plazo, lo que abre nuevas preguntas sobre la estabilidad atmosférica en los próximos años.

Este hallazgo no solo impulsa nuevos interrogantes científicos, sino que destaca la importancia de comprender los mecanismos internos del planeta. La investigación, titulada “Inner core backtracking by seismic waveform change reversals”, refuerza la idea de que estos fenómenos cíclicos impactan directamente en nuestra vida cotidiana.

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