Oscar Cáceres, de 56 años, murió este jueves en el Hospital José María Cullen tras sufrir graves quemaduras en una explosión ocurrida en una empresa metalúrgica de Tostado.
El incidente, que tuvo lugar el martes por la tarde, dejó a Cáceres con el 90% de su cuerpo afectado, lo que motivó su urgente traslado desde el hospital local.
El siniestro se originó por la explosión de un tubo de oxígeno de 200 libras, cuya válvula de seguridad habría fallado. La onda expansiva fue tan potente que destruyó parte de la estructura de la empresa y afectó viviendas cercanas. “Todo el pueblo sintió la explosión”, declaró el intendente Andrés Cagliero, reflejando el impacto que tuvo el hecho en la comunidad.
Además de Cáceres, otras tres personas resultaron heridas. Dos fueron atendidas en el hospital de Tostado, mientras que Gerónimo Vargas, de 40 años, también fue derivado al Cullen. Según el último parte médico, Vargas permanece internado pero en condición estable, lo que ofrece un leve respiro en medio de la tragedia.
La explosión ocurrió en el barrio sur de Tostado, una zona residencial que quedó marcada por el estruendo y los daños materiales. Las autoridades continúan investigando las causas exactas del accidente, mientras la comunidad exige mayores controles de seguridad en instalaciones industriales.
El fallecimiento de Oscar Cáceres deja una profunda herida en Tostado. Su muerte no solo representa una pérdida humana, sino que también pone en evidencia la necesidad de revisar protocolos y reforzar medidas preventivas para evitar que hechos como este se repitan.
