Desregulación de los servicios de telecomunicaciones en Argentina: ¿Beneficio o Riesgo?

El gobierno de Javier Milei ha dado un paso audaz al desregular el sector de las telecomunicaciones en Argentina, siguiendo la misma línea que aplicó previamente con las prepagas. 

La Resolución 13/2024, publicada en el Boletín Oficial, libera a las empresas que prestan servicios de internet, celular y TV por cable para fijar sus tarifas sin intervención estatal. Sin embargo, esta decisión no está exenta de controversia y plantea importantes interrogantes sobre la sostenibilidad y la equidad en el acceso a las comunicaciones.

En el pasado, las prepagas demostraron funcionar como un oligopolio, coordinando aumentos tarifarios sin competir entre sí. Ahora, el Enacom ha eliminado las regulaciones que limitaban los incrementos en las tarifas de internet, celulares y cable. Esto responde al DNU 302/2024, que anuló el DNU 690/2020 y retiró la categoría de “servicios públicos esenciales y estratégicos” a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

La medida otorga a las empresas de telecomunicaciones la libertad de fijar precios, argumentando que esto promoverá un mercado competitivo. Además, se espera que impulse la inversión y la expansión de infraestructuras, mejorando la conectividad en todo el país.

Sin embargo, la desregulación también plantea riesgos. La sostenibilidad financiera del sector podría verse afectada, especialmente en un contexto donde la inversión en redes de fibra óptica y 5G es crucial para la economía digital. Además, la falta de límites podría llevar a aumentos desmedidos y dificultar el acceso a servicios básicos para sectores vulnerables.

La pandemia dejó en evidencia la importancia del acceso a internet. La desigualdad digital persiste en zonas rurales y áreas con déficit de cobertura. Invertir en infraestructuras es clave para reducir estas brechas y aumentar la productividad económica.

El desafío radica en encontrar un equilibrio entre la libertad de mercado y la protección de los derechos de los usuarios. La experiencia con las prepagas nos recuerda que, en mercados concentrados, la autorregulación no siempre garantiza beneficios para todos.

En resumen, la desregulación de los servicios de telecomunicaciones en Argentina abre oportunidades, pero también exige una supervisión cuidadosa para asegurar que no se sacrifique la accesibilidad y la equidad en pos de la competencia.