Una tragedia sacudió el barrio San Lorenzo de Posadas, Misiones, el domingo pasado, cuando un hombre de 47 años, identificado como José Ricardo Ferreyra, asesinó a machetazos a sus dos hijos, hirió gravemente a su pareja embarazada y a su cuñado con discapacidad, y posteriormente se quitó la vida.
El macabro episodio, ocurrido en una vivienda ubicada en la intersección de las calles Cedro y 57, fue descubierto el lunes por la mañana por familiares preocupados por la falta de comunicación con las víctimas.
El hallazgo se produjo tras un llamado al 911, que movilizó a la Policía de Misiones al lugar. Al ingresar a la casa, los efectivos encontraron a Ferreyra sin vida, suspendido de un tirante del techo. En la misma sala, yacían los cuerpos de sus hijos: Evelyn, de 13 años, y Mariano, de 21, ambos con heridas cortantes fatales en el cuello. En otra habitación, la pareja del agresor, de 45 años y embarazada, y su hermano, también con discapacidad, fueron hallados con lesiones graves causadas por un machete. Ambos permanecen internados en el Hospital Ramón Madariaga con pronóstico reservado.
Julia Ferreyra, hermana del agresor, relató a medios locales los momentos previos a la tragedia. El sábado por la noche, José le había advertido sobre un supuesto problema de salud de su pareja, pero no dio detalles claros. Al día siguiente, la ausencia de la familia en un evento programado levantó sospechas. Julia expresó su conmoción al enterarse del desenlace: “Nunca imaginé que haría algo así. Era muy reservado, hablaba poco”. La mujer lamentó no haber podido proteger a su sobrino Mariano, a quien ayudaba frecuentemente debido a su discapacidad.
La investigación, a cargo de la Justicia de Misiones, busca esclarecer las circunstancias que llevaron a este acto de extrema violencia. Los primeros indicios sugieren que Ferreyra, un obrero de la construcción, actuó en un contexto de aislamiento emocional, aunque no se han confirmado los motivos específicos del ataque.
Este caso pone de manifiesto la necesidad de abordar con urgencia los problemas de salud mental y violencia intrafamiliar. Mientras las autoridades continúan recopilando testimonios y pruebas, las víctimas sobrevivientes luchan por su recuperación en el hospital.