Williams Jonathan Quispe Quenta, de 19 años, fue hallado sin vida en su domicilio de Ciudadela, Buenos Aires, tras recibir la visita de tres mujeres que habría conocido en un boliche del barrio de Liniers.
Según sus amigos, los jóvenes fueron drogados luego de compartir bebidas con ellas en su casa. Al despertar, descubrieron el robo de objetos de valor y la ausencia de las mujeres, que siguen prófugas.
El episodio ocurrió entre la noche del sábado y la madrugada del domingo. Las víctimas relataron que perdieron la conciencia súbitamente mientras estaban sentados, y al reaccionar, notaron que su amigo Williams yacía inmóvil, presentando vómito y sin signos vitales. Las primeras hipótesis apuntan a una posible falla cardíaca provocada por el consumo de sustancias.
La fiscal Silvana Giordano ordenó una autopsia para determinar las causas precisas del fallecimiento. La vivienda fue encontrada revuelta y con faltantes como televisores, celulares, parlantes y electrodomésticos. Las autoridades trabajan para identificar a las responsables, que serían mujeres de entre 20 y 30 años.
El tío de la víctima declaró que los jóvenes no conocían previamente a las mujeres, quienes habrían aprovechado un estado de vulnerabilidad para acceder al domicilio. Además, denunció la falta de seguridad y pidió que se esclarezca si estas mujeres actuaban como parte de una banda organizada.
La trágica muerte de Williams generó un fuerte impacto en la comunidad y en redes sociales, donde amigos y familiares exigen justicia. El caso revela los riesgos de ciertos encuentros nocturnos y la necesidad de reforzar políticas de prevención frente a prácticas delictivas como las de las llamadas “viudas negras”.
