Una mujer en Santa Fe fue víctima de un engaño que expuso la vulnerabilidad de los dispositivos móviles.
Tras llevar su celular a un taller de reparación en el macrocentro de la ciudad, el dueño del local aprovechó el acceso al dispositivo para solicitar un préstamo de 500,000 pesos a través de una billetera virtual, a nombre de la clienta. El dinero fue transferido a la cuenta de la pareja del responsable, en un caso que ha generado indignación y alerta sobre la seguridad digital.
La justicia, a cargo del juez Pablo Spekuljak, ordenó a la plataforma de la billetera virtual suspender el cobro del préstamo fraudulento, tras un pedido presentado por la abogada de la víctima y respaldado por la fiscal Yanina Tolosa. La resolución se dictó en una audiencia celebrada en los tribunales de la capital provincial, según informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA). Este fallo busca proteger a la afectada mientras avanza la investigación penal contra el propietario del taller.
El caso salió a la luz cuando la víctima, al recuperar su celular, notó movimientos extraños en su cuenta de la billetera virtual. Cada ingreso de dinero era automáticamente descontado para cubrir las cuotas de un crédito que ella no había solicitado. Con la ayuda de su hija, descubrió que el préstamo, acreditado un día después de dejar el teléfono en el taller, debía pagarse en 98 cuotas con un elevado interés, lo que agravó el impacto del fraude.
La investigación reveló que el responsable del taller actuó con premeditación, transfiriendo el monto del préstamo a una cuenta vinculada a su pareja. Aunque el hombre se comprometió a resarcir económicamente a la víctima, la justicia continúa evaluando las responsabilidades penales. Este incidente pone en el centro del debate la necesidad de reforzar los controles en los servicios de reparación de dispositivos y las plataformas digitales que manejan datos financieros sensibles.
El caso ha generado preocupación en Santa Fe, donde los ciudadanos exigen mayor protección frente a este tipo de estafas. Las autoridades instan a los usuarios a verificar la reputación de los talleres de reparación y a proteger sus dispositivos con contraseñas seguras. Mientras tanto, la investigación sigue su curso para determinar si existen más casos similares y garantizar que los responsables enfrenten las consecuencias de sus acciones.