Milei disuelve la Comisión Nacional de Alimentos

En una decisión que marca un giro en la política alimentaria nacional, el Gobierno argentino disolvió la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL), organismo creado en 1999 para asesorar sobre el Código Alimentario Argentino (CAA).

La medida, oficializada mediante el Decreto 538/2025, busca simplificar estructuras estatales, evitar duplicidades y acelerar los procesos vinculados a la producción y comercialización de alimentos.

La responsabilidad de actualizar y fiscalizar el CAA recaerá ahora en dos organismos clave: la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), a través del Instituto Nacional de Alimentos (INAL), y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). Ambos entes, según el decreto, cuentan con los recursos técnicos y legales para asumir directamente las tareas que antes pasaban por la CONAL.

Además de la eliminación de la CONAL, el Gobierno derogó la normativa que establecía cabinas sanitarias únicas para el control de productos en tránsito. Argumenta que la digitalización de trámites y el rol del servicio aduanero han vuelto obsoleta esa infraestructura. No obstante, se mantendrán las estaciones del SENASA para productos con riesgo de plagas.

Otro cambio significativo es la exclusión de los entes municipales del registro nacional de alimentos. En contraste, las autoridades sanitarias provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires podrán seguir integrando el Sistema Nacional de Control de Alimentos, junto a ANMAT y SENASA. Esta reestructuración apunta a una gestión más austera y eficiente del sector público.

El Ejecutivo asegura que estas modificaciones no comprometen la calidad ni la seguridad alimentaria. Por el contrario, se busca fortalecer la capacidad de respuesta del Estado ante los desafíos del mercado alimentario, alineando las normativas con estándares internacionales y acuerdos del MERCOSUR.

Gobierno anuncia eliminación gradual de aranceles a celulares para abaratar costos

El Poder Ejecutivo implementará una reducción progresiva de los impuestos a la importación de teléfonos móviles, según establece el Decreto 333/2025 publicado este martes en el Boletín Oficial.

La medida, rubricada por el presidente Javier Milei y sus ministros, reducirá inicialmente la tasa del 16% al 8%, para luego eliminarla completamente a partir del 15 de enero de 2026.

La decisión forma parte de una estrategia más amplia de apertura comercial que incluye también la rebaja de aranceles para videoconsolas, que pasarán de tributar 35% a 20%. Las autoridades argumentan que estas modificaciones buscan “alinear los precios locales con los internacionales” y fomentar la competencia en el mercado interno de tecnología.

“Esta política permitirá un mayor acceso a dispositivos tecnológicos esenciales, promoviendo la inclusión digital”, señalaron fuentes oficiales. Según el gobierno, los altos aranceles actuales han generado distorsiones en el mercado, donde muchos argentinos terminan comprando estos productos en el exterior para evitar los sobreprecios locales.

El vocero presidencial Manuel Adorni presentó datos contundentes: un smartphone de gama alta cuesta actualmente $2.566 dólares en Argentina, mientras que en países como Chile o Estados Unidos se consigue por menos de la mitad. Situación similar ocurre con notebooks y televisores, donde las diferencias superan el 40% comparado con países vecinos.

La medida ha generado expectativas en el sector tecnológico, donde esperan que la mayor competencia y la reducción de costos se traduzcan en precios más accesibles para los consumidores. Sin embargo, algunos analistas advierten que el impacto final dependerá de otros factores económicos, como la evolución del tipo de cambio y la situación inflacionaria.

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