Expulsan al sacerdote que organizó la reunión de diputados libertarios con represores

El sacerdote Javier Olivera Ravasi, conocido por organizar una reunión entre diputados libertarios y represores en la cárcel de Ezeiza, ha sido expulsado de la Diócesis de Zárate-Campana.

La decisión se tomó debido a “numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes que se oponían al testimonio cristiano”. La Conferencia Episcopal Argentina emitió un comunicado distanciándose de las acciones del sacerdote, mientras que el Papa Francisco mostró su apoyo a las víctimas de la última dictadura militar.

El Obispado de Zárate-Campana informó que, tras recibir reiteradas quejas sobre las actitudes de Olivera Ravasi, se le pidió un cambio de comportamiento. Al no observarse dicho cambio, y considerando que el sacerdote no pertenece oficialmente a la diócesis, se decidió revocar su autorización para residir allí. Olivera Ravasi, hijo del exmilitar Jorge Antonio Olivera, condenado por violaciones a los derechos humanos, organizó la reunión con represores que buscan salir de prisión por razones de salud y edad avanzada.

Olivera Ravasi estudió en el Instituto del Verbo Encarnado en Mendoza, es abogado y doctor en filosofía e historia. Fundó la Orden de San Elías, una sociedad de vida apostólica con un enfoque en la “contra-revolución cultural”. Sus manifestaciones públicas, especialmente en redes sociales, han generado malestar en la Iglesia. Aunque incardinado en la Diócesis de San Rafael, tenía permiso temporal para residir en Zárate-Campana, donde fundó una capilla en un barrio privado.

La reunión en la cárcel de Ezeiza, que incluyó a figuras como Alfredo Astiz, provocó un escándalo tanto en la Iglesia como en el ámbito político. La Conferencia Episcopal Argentina, a través de su vocero Máximo Jurcinovic, aclaró que las acciones de Olivera Ravasi no representan el pensamiento de la Iglesia. La visita está siendo investigada por la Justicia Federal de Lomas de Zamora. El presidente y el vice de la Conferencia Episcopal se reunieron con organismos de derechos humanos para reiterar que las acciones del sacerdote no reflejan la postura de la Iglesia Católica.

El caso de Olivera Ravasi ha generado un intenso debate sobre el papel de la Iglesia y sus miembros en cuestiones políticas y sociales. La expulsión del sacerdote subraya la postura de la Iglesia de no tolerar actitudes que contradigan sus enseñanzas y valores. La situación también ha puesto en evidencia las tensiones internas dentro de la Iglesia respecto a la interpretación y aplicación de sus principios en el contexto contemporáneo.

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