Sadaic asegura que los salones de fiestas deben seguir pagando por pasar música
La Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC) ha expresado su descontento con el reciente decreto del gobierno nacional, calificándolo de “absolutamente impreciso”.
Según SADAIC, la redacción del decreto no define claramente qué se considera “ámbito privado”, lo que genera confusión sobre su aplicación. La entidad sostiene que los salones de fiestas deben seguir pagando por la música utilizada en eventos, ya que su actividad es lucrativa y obtienen un beneficio económico directo o indirecto.
El decreto establece que los titulares de derechos tienen derecho a percibir una remuneración equitativa de cualquier persona que obtenga un beneficio económico con la utilización pública de una obra. SADAIC argumenta que los salones de fiestas encajan perfectamente en esta descripción, ya que su actividad principal incluye el alquiler del espacio y la habilitación del uso de música. Por lo tanto, deben pagar una remuneración justa a los titulares de derechos.
SADAIC también aclara que, aunque los titulares de los salones de fiestas puedan trasladar la obligación de pago a quienes contraten el salón, esto no los exime de su responsabilidad primaria. La entidad insiste en que los salones de fiestas deben pagar los derechos correspondientes por el uso de música en eventos sociales, independientemente de cómo se gestione internamente el pago.
Además, SADAIC ha señalado que el decreto parece tener la intención de eximir a los hoteles del pago de derechos por el uso de televisores en las habitaciones, lo cual consideran discutible. La entidad subraya que el decreto no se aplica a restaurantes, estaciones de servicio, bares, gimnasios y otros espacios de acceso público, que no pueden ser considerados “ámbito privado”.
En conclusión, SADAIC mantiene su postura de que los salones de fiestas deben seguir pagando por el uso de música en eventos, y critica la imprecisión del decreto gubernamental. La entidad continuará defendiendo los derechos de los autores y compositores, asegurando que se les remunere equitativamente por el uso de sus obras.